El partido entre el Liverpool y el Burnley dejó una imagen polémica que envuelve a dos de las grandes estrellas reds: Salah y Mané. En el 80', los de Klopp tiene una ocasión clara para aumentar la diferencia en el marcador. Salah la desaprovechó disparando en vez de pasar el balón a Mané, que se encontraba solo en el área pequeña.
Tras la jugada, Klopp sustituiría a Mané, que se dirigió al banquillo cabreado. Cuando llegó junto a sus compañeros empezó a gritar y dr golpes a las cosas. Firmino y Klopp trataron de calmarle.
"¿Se trataba de un pase? Sí, pero... Todo está bien. Hubo una situación en el juego por la que no estaba contento. Sadio es un tipo emocional. No estaba contento con algo, claramente, ¡pero no fue por el cambio! Es algo de lo que hablaremos en el vestuario y seguiremos adelante", explicó Klopp.
El Liverpool no suelta el liderato
El liderato de la Premier League sigue a buen resguardo y lo retiene un Liverpool que venció a domicilio al Burnley por 0-3 con tantos de Chris Wood en propia puerta, de Sadio Mané y de Roberto Firmino para mantener el pleno de victorias 'Red'.
El cuarto triunfo consecutivo de los de Jürgen Klopp se fraguó en Turf Moor, casa del Burnley, sabiendo ya que el Manchester City había goleado al Brighton & Hove Albion y que necesitarían una victoria para seguir en lo más alto de la tabla.
[Más información: Klopp se plantea retirarse ¿en 2022?: "Solo puedo hacerlo a todo o nada"]