El Atlético de Madrid recibía al Celta en el Wanda Metropolitano con la opción de dormir líder. Tras perder ante la Real Sociedad y de empatar ante la Juventus en el descuento en su estreno en Champions League, el equipo se enfrentaba a un equipo que no ha empezado la temporada de la mejor forma posible. [Narración y estadísticas: Atlético de Madrid 0-0 Celta]
Con un gran ambiente en el Metropolitano, estadio que no conocía la derrota en partido oficial desde el derbi madrileño del pasado febrero (1-3 ante el Real Madrid), el Atlético de Madrid pinchó de nuevo en Liga en un partido que dominó en la segunda parte, pero que Rubén, con grandes paradas, evitó la victoria rojiblanca.
Rubén, el mejor en la primera parte
El choque empezó con un Atlético que quería dominar. Fruto de ello llegó la primera ocasión nada más comenzar el partido. Paradón de Rubén tras una jugada de estrategia del Atlético que botó Trippier y que, con un gran cabezazo de Felipe, hizo que apareciese Rubén salvando el primer gol con una gran mano.
El comienzo del Atlético de Madrid fue mejor, pero poco a poco el Celta fue dando pasos hacia adelante para tener más la posesión de la pelota. A pesar de ello, Oblak fue un mero espectador.
Cuando estaba a punto de cumplirse la media hora de juego, un zapato de Lodi desde el pico izquierdo de la frontal del área hizo que Rubén, una vez más, evitase el gol. Voló el guardameta del Celta para sacar una mano prodigiosa enviando la pelota a saque de esquina.
Dominio del Atlético en la segunda parte
No había demasiadas señales peligrosas al principio de la segunda mitad cuando un disparo de Joao Félix se marchó fuera o cuando una conducción de Koke sin colaboración de ningún compañero fue resuelta de la única forma posible, con un tiro al que se lució Rubén Blanco. Poco a poco el Atlético de Madrid fue dando pasos hacia adelante yendo a por el triunfo.
Ya con Vitolo y Thomas sobre el campo, el primero por Correa y el segundo por Herrera; con Lodi vertiginoso por la banda izquierda, con cuatro centros que eran medio gol; con la entrada de Morata, ya recuperado de un esguince de rodilla, por un inadvertido Joao Félix; también con la parada salvadora de Jan Oblak a Brais Méndez; demasiado tarde para impedir el 0-0 y el frenazo del Atlético.