El Eibar logró su primera victoria de la temporada gracias a una remontada que pasará a la historia armera, después de que el Sevilla pasase por encima a los locales en la primera mitad, y de que los de Mendilibar le echasen coraje, intensidad y acierto en una memorable segunda parte que sube sobremanera la moral de los locales y deja tocados a los de Lopetegui (3-2). [Narración y estadísticas: Eibar 3-2 Sevilla]
El partido empezó algo trabado, con bastantes faltas en los primeros minutos, y con los dos equipos tratando de conseguir un dominio del balón que no lograban debido a la presión del rival. Poco a poco, el Eibar parecía hacerse con el dominio del juego, ante un Sevilla agazapado que esperaba su posibilidad buscando la espalda de los adelantados defensores del Eibar.
De hecho, así llegó el gol de Ocampos en el minuto 10, tras un garrafal error de Ramis que los sevillistas aprovecharon para adelantarse en el marcador con un pase en profundidad que el argentino no desaprovechó. Los fantasmas de este comienzo de temporada sobrevolaban Ipurua otra vez, con evitables errores que se convierten en regalos para el rival.
El Eibar acusó el golpe, y poco después Munir a punto estuvo de marcar después de que Dmitrovic midiera mal una salida de su propia área. El Sevilla encontró en el nerviosismo del Eibar su propia tranquilidad, y comenzó a desarbolar la presión local con buenas salidas de balón, y haciendo sufrir a los de Mendilibar, que no veían por dónde atacar a los de Lopetegui.
Tan bien sacaba el balón el conjunto hispalense, que en varios toques llegó al área rival, y el remate de Munir se fue al larguero, en unos minutos en los que el Eibar estaba totalmente a merced de un muy buen Sevilla. El enfado de Mendilibar ante lo que estaba viendo era evidente, y de hecho, pasada la media hora de juego dio entrada a Escalante en detrimento un Inui, que no estuvo acertado.
Pero ni por esas. De hecho, a los pocos segundos del cambio, el Sevilla anotó el segundo gol, explotando otra vez más los espacios que deja atrás la defensa armera. Oliver Torres marcó su primer gol en Liga, a pase desde la banda derecha de un omnipresente Ocampos.
Un Eibar desconocido en la primera mitad
Ni siquiera los centros por banda le salían bien al Eibar en las pocas ocasiones en las que lograba llegar a tres cuartos de campo. Los locales necesitaban un gol antes del descanso para volver a meterse en el partido, pero el resultado parecía haber descargado las pilas de un Eibar impreciso y bastante desconocido en Ipurua.
En la reanudación, Mendilibar dejó en el vestuario a Ramis y dio entrada a De Blasis, tal vez tratando de tener más velocidad tanto en defensa como en la banda derecha con el argentino. El Eibar se estiró algo más en el primer tramo de la segunda mitad, aunque sus llegadas eran tímidas y no parecían poner en demasiados aprietos a la defensa del Sevilla.
De todas formas, el Eibar era más fiel a sí mismo y logró poner más centros al área en pocos minutos que en toda la primera mitad, con la esperanza de la remontada y con un público que jaleaba a los suyos tratando de darles un extra de energía.
Orellana recortó distancias
Dmitrovic estaba inédito en la segunda mitad, y Orellana lo intentaba sin acierto desde lejos, dejando patente la hasta ese momento estéril mejoría del Eibar en la reanudación. El chileno fue objeto de un claro penalti en el minuto 64 por parte de Kunde que el propio Orellana se encargó de materializar para acortar distancias y volver a meter a su equipo en el partido.
Al Eibar le faltaban 20 minutos para culminar la remontada, y lo cierto es que los armeros parecían un equipo distinto en la segunda mitad, martilleando el área sevillista una y otra vez desde las bandas, para alegría del público asistente. En el minuto 75, el Eibar tuvo una falta a favor al borde del área visitante, pero Orellana se topó con la barrera.
Pero, un minuto después, Vaklik cometió un grave error en defensa que el Eibar aprovechó en las botas de Pedro León para igualar un partido que parecía perdido en el descanso para los de Mendilibar, que aún tenían 15 minutos por delante.
Lopetegui no daba crédito a lo que estaba viendo desde su banquillo, y su cara reflejaba la lógica preocupación al ver lo que estaba sucediendo en el verde de Ipurua. Y llegó la puntilla en el minuto 81, cuando Cote marcó de falta directa para culminar una remontada heroica de un Eibar que nunca dejó de creer en sí mismo.
Al Sevilla no le quedaba más remedio que echar el resto para salvar al menos un empate, aunque los locales no lo querían permitir por nada del mundo. No tuvo tiempo el equipo de Lopetegui y se marchó de Ipurua con una dolorosa derrota que parecía impensable tras la gran primera mitad de los hispalenses.