Durante un partido en Bahrein del Campeonato Femenino de la Federación de Fútbol de Asia Occidental una imagen ha llamado la atención a todas las redes sociales. Una jugadora de uno de los dos equipos se trastabilla y está a punto de perder su hijab.
En el mismo momento se lo sujeta y el resto de rivales se da cuenta. Las jugadoras comienzan a rodear a la futbolista para que se lo pueda colocar de nuevo y no sea vea su pelo.
Por motivos religiosos, la jugadora no puede mostrar más que su rostro. Por ello el resto de sus compañeras acudieron rápidamente para que nadie pudiera ver nada.
La reacción ha provocado controversia en cuanto a si es una muestra de respeto hacia la religión de otro o si era todo una estrategia por lo rápido que acuden el resto de las futbolistas.
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