El fútbol femenino español ha dicho basta. La AFE emitió este martes un comunicado informando que las futbolistas de la Primera Iberdrola convocaban una huelga ante la falta de acuerdo entre la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino (ACFF) y los sindicatos en la negociación del que sería su primer convenio colectivo.
Después de un año de conversaciones, las posturas de la patronal y de los sindicatos siguen alejadas, en aspectos, entre muchos otros, como el salario mínimo anual o la parcialidad.
Esto ha motivado el hartazgo de las futbolistas, que este martes confirmaron en una rueda de prensa que convocarán una huelga, con el apoyo del 93% de las 188 jugadoras de los 16 equipos.
La negociación entre la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino y los sindicatos UGT, Futbolistas ON y AFE comenzó el 4 de octubre de 2018, con un primer encuentro en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD). Un año después todo sigue igual y las futbolistas de la Primera División han decidido plantearse. La huelga estaba prevista para el 16 y 17 de noviembre, pero finalmente, si se lleva a cabo, tendrá lugar el 2 y 3 de noviembre.
"La primera vez que se habló sobre la posibilidad de hacer una huelga fue en mayo, tras no avanzarse en nada en las negociaciones. Ahora ha estallado todo y se ha dicho basta", comenta María José López, la codirectora de la asesoría jurídica de AFE, a EL ESPAÑOL.
Las concesiones se han acabado y tanto AFE como las jugadoras de la máxima categoría femenina del fútbol español han decidido plantarse. "Nosotros (la AFE) fuimos como una parte social claudicando el tema de la parcialidad, que bajamos del 100 al 75%, el de la retroactividad y el tema de a quién afectaba el convenio colectivo. En febrero de este año tuvimos una reunión donde se dieron diez puntos que eran las diez lineas fundamentales a cumplir. Todo eso no ha ocurrido y hemos tenido que tomar medidas", dice María José.
Inevitable compararse con el fútbol masculino, López tiene clara la posición que van adoptar: "Nosotras no vamos a bajar del 75% ya que, por ejemplo, los chicos están en el 100%. Los clubes dijeron que tenía que ser menos, que no tenían dinero y que entendían que los contratos de tiempo parcial eran normal. Nosotros entendemos que no es entendible que una compañera esté así y un hombre esté a tiempo completo. A las jugadoras les fastidia que no se les trate igual que a los futbolistas. No se entiende que en el fútbol femenino haya unos derechos diferentes a otros".
"Las jugadoras están cansadas y lucharán por conseguir lo que quieren y solicitan. Que en pleno siglo XXI cueste obtener lo que se reivindica es tremendo. Los clubes han dicho que iban a ver varias cosas y otras no y al final lo han dejado pasar", manifiesta María José.
El descanso y las vacaciones es algo bastante importante para las jugadoras: "No se puede jugar con la salud y la vida de las futbolistas, ya que todo ello inciden en su propia salud", expresa la abogada.
"Hay equipos que han presionado a muchas futbolistas para que no hagan huelga y hagan lo que piden. Todo esto es intolerable, ya que el ejercicio de la huelga es un derecho fundamental", afirma López.
¿Hasta dónde se va a llegar?
"Hasta donde las futbolistas quieran. Iremos hasta el final con la huelga. Lo que pasó este martes ha sido muy serio y comprometido".
¿Qué pide el fútbol femenino?
Salario mínimo de 16.000 euros aceptando parcialidad de 12.000, derecho a vacaciones y al paro, un protocolo de embarazo y contra el acoso, un marco de regulación por lesión y que se les pague el 100% en caso de caer lesionadas.
[Más información: El derecho a ser madre: el protocolo de embarazo, clave en la huelga del fútbol femenino]