El Real Valladolid impuso su dominio y se llevó una importante victoria ante un Eibar bloqueado por el gran planteamiento táctico de los locales, que mostraron una defensa segura y que, por fin, fueron capaces de finalizar las jugadas de creación. [Narración y estadísticas: Valladolid 2-0 Eibar]
Los vallisoletanos salieron muy organizados, con intensidad y con la clara intención de buscar el gol desde el primer minuto, con un juego fluido y vertical que encontró pronto su recompensa, ya que en el minuto 10 Óscar Plano robó el balón en el centro del campo para poner el tanto en bandeja a Guardiola, que marcó con la pierna izquierda.
Se acabó así la sequía goleadora de los delanteros del conjunto blanquivioleta ante un Eibar que, en su partido 200 en Primera división, no acabó de encontrarse cómodo ante la bien plantada defensa local, aunque ese tanto despertó a los de Mendilibar.
El Real Valladolid bajó el nivel de intensidad y eso dio alas a un Eibar que empezó a mirar la portería defendida por Masip, que tuvo que intervenir para frenar un disparo raso de Pedro León desde la frontal del área, primero, y un remate de cabeza de Orellana, en el minuto 33.
El equipo azulgrana buscó el empate antes del descanso y el Valladolid se defendió con solvencia, al tiempo que trató de aprovechar los errores del conjunto visitante para aumentar las diferencias.
La ocasión le llegó a balón parado, con una gran jugada trenzada entre Míchel, Óscar Planoy Nacho, quien se internó en el área pequeña para encontrar a Salisu, que sólo tuvo que dar un toque al balón para superar a Dmitrovic y subir el segundo tanto al marcador, tras comprobar el colegiado que no existía fuera de juego.
Se llegó al final de los primeros 45 minutos con un 2-0 favorable a los de Sergio González, tras una buena primera parte que dominaron con claridad gracias a un buen planteamiento táctico que se le atragantó al cuadro eibarrés.
Tras el descanso, el Real Valladolid estuvo a punto de aumentar su ventaja. De no ser porque Toni Villa entró en el área en fuera de juego, un gol de Óscar Plano hubiera subido al marcador.
Plano disfrutó de una excelente ocasión de gol, pero, tras plantarse solo delante del portero, después de un buen robo de balón en el centro del campo, perdió la batalla en el uno contra uno con Dmitrovic, que atajó el lanzamiento sin dificultad.
En los últimos minutos, el Eibar no encontró ningún resquicio en la defensa local, lo que se tradujo en cierta impotencia en el cuadro azulgrana, incapaz de llegar con peligro al área del equipo blanquivioleta, perfectamente sellada.