El guion del partido entre el Levante y el Barcelona dio un vuelco en la segunda mitad. Si antes del descanso los azulgranas se fueron ganando por la mínima después de un gol que no debió subir al marcador, puesto que hubo fuera de juego previo de Antoine Griezmann en la acción del penalti sobre Semedo, en la reanudación los granotas se pusieron muy serios y consiguieron dar la vuelta al marcador.
Campaña primero, Mayoral después y Radoja finalmente colocaron el 3-1 en el luminoso después de ese gol, que no debió ser, del Barça. El Ciudad de Valencia se convirtió entonces en una fiesta. Victoria contundente ante los hasta entonces líderes del campeonato doméstico y dejando, además, una muy buena imagen. Sin embargo, el cronómetro aún seguía en marcha y los de Ernesto Valverde continuaban creando peligro.
Fue así como en el minuto 75, una jugada entre Messi y Griezmann dio rienda al segundo del astro argentino en el encuentro y a que el Barcelona recortase distancias en el estadio levantinista. Sin embargo, poco duró la alegría entre los culés, mientras que en el Ciudad de Valencia siguió corriendo la fiesta.
El VAR anula el gol
Hernández Hernández se echó la mano al pinganillo para escuchar lo que le decían desde el VAR. En la acción previa al tanto de Lionel Messi, el ex del Atlético de Madrid se encontraba en posición adelantada, por lo que el gol del '10' blaugrana no debía subir al marcador. Tanto anulado, el 3-1 siguió luciendo en el marcador y esta anulación llegó a las gradas del estadio como si un gol de los suyos hubiese llegado.
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