Bajo un fuerte aguacero, el Getafe reinó bajó la lluvia y goleó al Levante (4-0) con todos sus tantos a balón parado para mantenerse cerca de los puestos europeos y romper una racha de dos empates en LaLiga Santander.
El conjunto de José Bordalás se llevó el gato agua en un choque que se decantó del lado azulón gracias al acierto de sus jugadores en la segunda parte, que supieron aprovechar dos córners, una falta y un penalti para gloria del uruguayo Leandro Cabrera, de Ángel Rodríguez, de Jorge Molina y de David Timor.
Antes de ese final favorable al Getafe, el equipo de Bordalás se encontró con un guión que pedía ganar después de la victoria frente al Tranzonspor en la Liga Europa el pasado jueves.
Esos tres puntos continentales fueron balsámicos, pero el conjunto madrileño quería recuperarse de dos empates en Liga frente al Espanyol y a Osasuna con los que había perdido la oportunidad de colocarse en puestos europeos.
Su rival no era fácil. El Levante, con alguna baja importante como las de José Campaña, Gonzalo Melero y Sergio Postigo, también andaba cerca de las posiciones continentales y es un equipo incómodo capaz de poner contra las cuerdas a los grandes.
El Getafe volvió a su once de la Liga, con la baja de última hora por problemas físicos del pilar en defensa, el togolés Djené Dakonam, que fue sustituido por Xabier Etxeita. Con el uruguayo Mauro Arambarri y con el delantero Jaime Mata sancionados, Timor y Ángel Rodríguez se encargaron de pelear en el centro del campo y en ataque.
Y es que esa fue la palabra clave del choque: pelea. También lucha. No había mucho espacio para la técnica en medio de un buen aguacero sobre un césped que aguantó bien pero que poco a poco se fue encharcando hasta que en la segunda parte complicó el juego.
Los centrocampistas destructores se convirtieron en la clave del partido. La dupla formada por el serbio Nemanja Maksimovic y por Timor se fajó con otro serbio, Nemanja Radoja, y con el montenegrino Nikola Vukcevic. Un duelo muy balcánico que se decantó del lado del Getafe durante la primera media hora.
En esos minutos, aunque apenas creó dos ocasiones, el equipo de José Bordalás fue el dueño de la pelota, llevó los tiempos del juego como pudo entre las inclemencias meteorológicas y pudo adelantarse en el marcador con un cabezazo de Maksimovic que salvó Aitor Fernández.
El portero del Levante sigue en forma. Es una de las sorpresas del curso. Da puntos a su equipo, como el pasado fin de semana ante el Mallorca, y se presentó en el Coliseum Alfonso Pérez con ganas mantener su línea ascendente con esa parada y con una segunda a Timor, que se encontró con el guardameta del cuadro granota en el lanzamiento de una falta.
El Levante despertó a la media hora. Consiguió sacudirse el dominio de su rival y a base de lanzamientos a balón parado, acorraló durante quince minutos al Getafe. De ese modo, contó con su ocasión más clara, un cabezazo del costarricense Óscar Duarte que sacó David Soria con un paradón que salvó a su equipo.
Esa fue toda la historia de la primera parte, empañada por la lluvia, que no dio tregua en la reanudación para dar continuidad a un juego poco atractivo y farragoso que se decidió en el primer tramo de la segunda parte.
El partido se decantó del Getafe, que en el minuto 54 se adelantó en el marcador con un gran cabezazo del uruguayo Leandro Cabrera, que se elevó por encima de la defensa tras un córner bien sacado por Jason Remeseiro.
Poco después, el turno le tocó a Jorge Molina, que marcó de penalti el segundo. El delantero azulón fue derribado dentro del área por Rubén Vezo y él mismo se encargó de hacer el segundo desde los once metros.
Con el acierto del capitán del Getafe, el Levante se derrumbó definitivamente. Tenía media hora por delante, pero el equipo de Bordalás se mueve a las mil maravillas cuando está por delante en el marcador, en su estadio, y más en un partido en el que era obligado pelear cada pelota.
El hundimiento granota se hizo definitivo en otro córner. Fue el tercer golpe casi consecutivo y, otra vez desde la esquina a balón parado. De nuevo, Jason puso un buen centro y, en esta ocasión, fue Ángel Rodríguez quién cabeceó la pelota al fondo de la red de la portería defendida por Aitor Fernández.
Ahí murió el choque. El Levante aún pudo recortar distancias con una ocasión del macedonio Enis Bardhi que salvó Soria, mientras que el Getafe pudo aumentó la renta con una falta lanzada por Timor. Al final, el 4-0 no se movió del marcador y el equipo de Bordalás sumó tres puntos que le mantienen al borde de Europa. El Getafe, reinó bajó un aguacero. El Levante, se ahogó.