Diez semanas, ese es el tiempo que se espera que esté de baja Ousmane Dembélé tras su última lesión. Es decir, Ernesto Valverde no podrá contar con uno de sus delanteros hasta entrado ya el año 2020. El Barcelona no entiende el calvario del internacional galo, por el que pagó 125 millones de euros hace tres veranos y quien está pasando un 'via crucis' muscular en este espacio de tiempo. Ante el Borussia Dortmund sufrió la que es ya su octava lesión como azulgrana.
Dembélé se rompió en Champions el pasado miércoles. Solo se habían disputado 25 minutos de partido cuando el francés se echó al suelo e inmediatamente tuvo que irse del campo por unas molestias en su pierna derecha. Pasadas 48 horas se le realizaron las pertinentes pruebas médicas y se confirmaron los peores temores: sufre una lesión muscular en el bíceps femoral que le obligará a pasar los próximos dos meses y medio en el dique seco.
1,6 millones por cada partido
Ocho lesiones en tres temporadas y solo ha jugado 75 partidos. Al Barcelona le ha salido a 1,6 millones de euros por encuentro. Dembélé se ha perdido un total de 47 choques contando ya con el duelo que enfrentó este domingo a los culés contra el Atlético de Madrid. Este fue el primero de los 11, 12 o incluso 13 partidos (si el Barça llega a la final de la Supercopa) que se perderá Ousmane por esta nueva lesión.
La vez que más partidos se perdió por problemas físicos fue a su llegada a Can Barça (20). Llegó desde el Dortmund lesionado (no jugó su cuarto partido hasta enero de 2018) y ante el conjunto germano sufrió su enésima lesión. En un transcurso de más de dos años se ha perdido más de la mitad de partidos en comparación con los que ha jugado y casi siempre por culpa de problemas musculares en su muslo.
La polémica rodea a Dembélé desde que desembarcó en la ciudad condal: por las lesiones y por su actitud. En el club no terminan de entender esta nueva lesión. Antes se achacaban situaciones así a su vida privada, criticando su afición por los videojuegos sin respetar los tiempos de descanso y dudando de su profesionalidad. Ahora todo eso ha mejorado y sigue un plan específico, tanto alimentario como físico, para evitar recaídas.
Dembélé no levanta cabeza y si la temporada pasada luchaba con un desafortunado Coutinho por un puesto en el once, ahora lo hace con Antoine Griezmann. Su compatriota llegó el pasado verano al Barcelona para completar la delantera con Messi y Suárez, ya que Dembélé todavía no había sido capaz de dar el paso. Al exatlético tampoco es que le estén yendo demasiado bien las cosas en sus primeros meses como culé, pero sí tiene la continuidad de la que nunca ha gozado Dembélé.
Una injusta comparación para Bale
Esta nueva lesión de Dembélé vuelve a poner en entredicho su futuro en el Barcelona. Unos siguen confiando en su calidad y otra están hartos de verle lesionado. La realidad es que en su tercer año se le acaba el tiempo de demostrar que está capacitado para ser una referencia en el equipo de Valverde. Se le compara con Gareth Bale por su asiduidad a lesionarse, pero el galés ya había jugado 102 partidos a estas alturas en su andadura con el Real Madrid, además de ganar títulos como La Décima y siendo clave en ella. Estuvo 77 días de baja por los 260 que lleva Dembélé.
Sin respiro por las lesiones, los 22 años de Dembélé todavía dan esperanzas a aquellos que siguen viendo en él el talentoso extremo que llegó desde Alemania para tratar de reemplazar a Neymar. Con el brasileño es mejor ni comparar por el bien del galo. En el Barcelona, mientras la sombra de al estrella del PSG se empieza a asomar para futuras ventanas de traspasos, se quedan sin argumentos con Dembélé.