Ramón Calderón, expresidente del Real Madrid, ha entrado en las negociaciones en las que se está decidiendo el futuro del Málaga CF. El histórico club del sur de España no pasa por su mejor momento y el grupo inversor catarí, Blue Bay, está buscando la compra del club que, por el momento, preside el jeque Al-Thani.
El vínculo de Calderón con la empresa se explica como el intermediario del grupo y la directiva actual del Málaga. De hecho, se ha reunido con Richard Shaheen, director general del club blanquiazul, para conocer la situación del club.
El grupo ha recurrido a su figura para tratar de interceder en las intenciones inamovibles de Al-Thani. El jeque, a pesar de los problemas de estabilidad del Málaga, no quiere vender. A eso se le une la inestabilidad deportiva que vive el club malacitano ocupando los puestos de descenso a Segunda B.
Blue Bay es un grupo hotelero cuya cabeza visible es Jamal Satli Iglesias. Sus intenciones van más allá del fútbol ya que ha fijado su objetivo en la Costa del Sol para hacer, entre otros proyectos, un hotel en la Torre del Puerto de Málaga.
Calderón, en la reunión con Shaheen, ha recibido todos los datos y las pretensiones del Málaga para poder sobrevivir a esta situación crítica. Incluso ha ofrecido poner a la entidad en contacto con otras empresas en el caso de que el acuerdo con Blue Bay no llegue a buen puerto.
En cualquier caso, en declaraciones a SportYou, Ramón Calderón se ha desmarcado completamente con respecto a la posibilidad de ser presidente del club. "No quiero volver al fútbol, estoy simplemente asesorando y aportando mi granito de arena para intentar ayudar a un club y a una ciudad a los que tengo mucho cariño", explica el expresidente blanco.
La intención es que el grupo inversor que entre a formar parte del club no tenga más del 49 por ciento de las acciones para que la actual directiva siga siendo dueña del Málaga.
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