Vinicius Júnior ha comenzado a levantar cabeza en el Real Madrid. Después de un inicio de temporada gris en el que apenas ha contado para Zidane y se ha quedado fuera de varias convocatorias, en las últimas semanas parece haber dado un giro a su situación volviendo a tener minutos en el equipo.
El brasileño siempre ha sido una importante apuesta de futuro del club blanco. En la cúpula del Madrid confiaban plenamente en sus facultades, a pesar de las dudas que podía suscitar sobre el terreno de juego. Se trataba de un jugador diferente, especial y tocado por una varita mágica que le hizo salir de Brasil con cartel de mirlo galáctico.
La temporada pasada fue la gran revelación del equipo con Solari en el banquillo merengue. El delantero aprovechó la situación más adversa del Real Madrid en la última década, con el conjunto blanco en la cuerda floja y sin posibilidad de títulos en marzo, para echarse al equipo a la espalda y liderar a sus compañeros.
Su situación en la plantilla sufrió un revés este verano con el fichaje de Eden Hazard. El belga aterrizaba en Concha Espina para monopolizar el protagonismo ofensivo en la banda izquierda, la zona de actuación del brasileño. Algo que le dejaba en una posición complicada para tener minutos.
En las últimas semanas ha conseguido revertir su situación y ha pasado de no estar en las convocatorias de Zidane a volver a enfundarse la elástica del Real Madrid. El brasileño ha tenido minutos tras el último parón de selecciones y ha jugado 158 minutos como titular ante Espanyol y Brujas. Dos partidos en los que volvió a mostrar otra imagen sobre el terreno de juego.
Confirmación belga en Brujas
Precisamente contra el Brujas en Champions consiguió ver portería. No fue su mejor partido con la camiseta del Real Madrid; de hecho, se mostró desconectado del equipo en muchas ocasiones. Sin embargo, consiguió lo más importante: gol. El joven delantero vio portería, eso de lo que tanto adolece durante la mayoría de sus actuaciones.
Este gol le ha servido para liberarse de la presión y continuar su camino de trabajo silencioso en el Real Madrid. Así ha logrado convencer a Zidane en las últimas semanas desde Valdebebas, y así lo quiere hacer desde el Santiago Bernabéu. Su técnico ya le ha confirmado públicamente que no le exige goles, lo que hace que el jugador pueda ganar libertad a la hora de trabajar.
Un punto clave a favor de Vinicius es como ha afrontado la recta final de año. El ex del Flamengo sabía que que tenía un mes clave con la baja de Hazard y la alta carga de partidos del equipo. Algo sobre lo que no ha defraudado para intentar ganarse un puesto.
En el club y su entorno siempre se ha confiado en él y le recomendaban que siguiera trabajando en silencio. Algo que al final ha tenido premio y que será importante de cara al próximo año, donde las rotaciones seguirán teniendo protagonismo en la dinámica de Zidane.
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