El Mallorca sumó su primer punto lejos de Son Moix (2-2) gracias a un gol del croata Ante Budimir a falta de siete minutos y cuando su equipo jugaba con un menos por expulsión de Raillo, por lo que el Celta de Vigo, incapaz de matar el duelo, seguirá en la zona de descenso una jornada más tras encadenar su tercer partido seguido sin ganar en Balaídos. [Narración y estadísticas: Celta 2-2 Mallorca]
Óscar García Junyent sorprendió con un once en el que estaban Kevin Vázquez, en lugar del capitán Hugo Mallo, y Brais Méndez, en vez de Santi Mina. También regresaron al once Pione Sisto y Lobotka, suplentes en Butarque. Y la puesta en escena de su equipo fue inmejorable.
El Celta salió a dominar, con un Rafinha omnipresente. El ex azulgrana participó en todas las acciones de peligro de los celestes. De su primera conexión con Aspas salió un potente disparo que se marchó fuera por poco. Antes ya había rozado el gol con un rebote que se envenenó lo justo para poner en aprietos al portero visitante.
Con el Mallorca replegado, el Celta abrió el juego a las bandas, sobre todo hacia a la izquierda, donde Lucas Olaza exhibió su fantástico golpeo. Un centro suyo originó el primer tanto, después de un espectacular remate de cabeza de Rafinha. Reino lo siguió con la mira. Era el minuto 20.
Pero la alegría apenas le duró diez minutos al conjunto gallego. De Burgos Bengoetxea, después de revisar la acción tras ser informado por el VAR, señaló penalti por un pisotón de Aidoo sobre Budimir, muy protestado por los locales. Salva Sevilla puso la igualada.
El tanto del empate dañó al Celta, que aún así disfrutó de una buena ocasión al filo del descanso para ponerse de nuevo por delante, después de otro gran centro de Olaza: Brais Méndez remató alto.
Vicente Moreno, técnico del Mallorca, movió ficha en el intermedio para tener mayor presencia en ataque con Cucho, pero su equipo se encontró pronto con un penalti en contra por una infantil falta del colombiando, que había sustituido a Febas, sobre Olaza. Iago Aspas engañó Reina y puso el 2-1 desde los once metros a los cinco minutos de la reanudación.
Se estiró mucho más el conjunto bermellón, y el Celta encontró los espacios para salir al contraataque. En uno de ellos Iago Aspas estuvo cerca de plantarse en el mano a mano ante Reina. Lo evitó Valjent, mucho más rápido en la carrera que el internacional español. Al partido le faltaba ritmo por las continuas interrupciones. El juego se había ensuciado.
Pudo matar el encuentro el Celta con un disparo de Pione Sisto que salvó, bajo palos, Valjent; y lo pagó después porque el Mallorca, cuando jugaba con diez por expulsión de Raillo, igualó con un tanto del croata Budimir a falta de siete minutos para el final. En la prolongación, Reina con una gran parada evitó el doblete de Aspas y Santi Mina disparó ligeramente desviado.