Año 2017. El Rayo Vallecano confirma que ha llegado a un acuerdo para la incorporación de Roman Zozulya en el mercado de invierno. El conjunto madrileño y el Betis ultimaron los flecos de la cesión, pero ninguno esperaba la reacción que tendría en Vallecas el anuncio del préstamo del delantero ucraniano. Desde allí se comenzó a orquestar una campaña contra el futbolista por su presunta ideología ultraderechista y neonazi.
El conflicto protagonizado por el jugador viene precedido por la guerra en el Donbass entre Rusia y Ucrania en el 2014. Por aquel entonces, Zozulya formaba parte de la plantilla del Dnipro Dnipropetrovsk y comenzó a colaborar con el ejército de su país, tanto a nivel de imagen como económicamente. El futbolista es fundador, además, del denominado como 'Ejército del Pueblo' e incluso llegó a ser condecorado por el Ministro de Defensa de su país, Stepan Poltorak, por su apoyo a las tropas, sus méritos militares y "defender a su país del separatismo".
Sin embargo, una imagen suya portando un rifle disparó las especulaciones sobre su inclinación política. Esto además de ser un confeso admirador de Stepan Bandera, figura reconocida del independentismo en Ucrania y honrado por las organizaciones de extrema derecha. Todo ello ha llevado a pensar en su simpatía por grupos neonazis, aunque él mismo lo ha desmentido en varias ocasiones.
"No compramos armas, sino una ambulancia. Hemos ayudado al ejército de mi país, a los soldados, a los niños con medicinas y comida… Dicen que tiene pruebas de que yo soy fascista. ¿Qué pruebas? Fascismo es ir a matar a otro país por dinero, como han hecho algunos ultras del Rayo en el Donbass", afirmó el delantero una vez se desvinculó del conjunto vallecano.
¿Campaña rusa?
En Ucrania ven a Zozulya como una de las víctimas de una campaña iniciada en Rusia, por medios estatales, para desprestigiar el movimiento de nacionalismo de su país y vincularlo con el nazismo. Además de la imagen portando un rifle, otra instantánea suya en la que aparece señalado un marcador de 14-88 tampoco ha ayudado mucho a su causa.
Ambos números son famosos por su vinculación con el movimiento nazi. El '14' hace referencia a las 'catorce palabras' que dijo en su dí el escrito, y supremacista blanco, David Lane: "Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos". El '88' es utilizado entre los nazis para ensalzar la figura de Adolf Hitler, 'Heit Hitler', y es que la hache es la octava letra del abecedario.
En esa misma instantánea, Zozulya lucía una camiseta con el dorsal '18'. Y volviendo al abecedario, el '1' corresponde a la letra a y el '8' a la hache, que juntas forman las iniciales AH: Adolf Hitler. Coincidencia o no, tanto su participación con el 'Ejército del Pueblo' así como las diferentes polémicas fotografías han acabado por convertir al jugador en el enemigo público número uno para cierto sector de la afición del Rayo.
Conflicto en Vallecas
Roman Zozulya nunca llegó a jugar con la camiseta del Rayo Vallecano. De hecho, ni siquiera se ejercitó con el resto de futbolistas del conjunto franjirrojo. La afición y en especial el sector más radical conocido como 'los bukaneros' protestaron contra la llegada del ucraniano y se movilizaron en redes, así como colocando pancartas y proclamando cánticos, con el eslogan "Zozulya not welcome".
Las presiones de los ultras de extrema izquierda surtieron su efecto y el Rayo acabó por llegar a un nuevo acuerdo con el Betis para romper el pacto al que habían llegado en el mes de enero. Finalmente, Zozulya acabó poniendo rumbo al Albacete, donde fue muy bien recibido y pudo recuperar la sonrisa... hasta ahora. El pasado fin de semana llegó el momento de pisar el Estadio de Vallecas por primera vez desde su frustrada cesión.
El ataque de Pablo Iglesias
Pablo Iglesias no dudó en unirse a las protestas de los radicales rayistas. Durante una entrevista con MARCA, el líder de Unidas Podemos fue preguntado por el 'caso Zozulya' y si él no era partidario de separar la política del deporte. "Los futbolistas tienen derecho a tener todas las opciones que quieran y además a mí me parece bien que los deportistas hablen de política como cualquier ciudadano", comenzó diciendo.
Sin embargo, a partir de ahí atacó al futbolista ucraniano y le tachó de "neonazi" y racista: "Hablamos de un neonazi y hablamos de racismo, que hace muchísimo daño en los campos de fútbol. Y creo que ahí la afición del Rayo dio un ejemplo de compromiso democrático. Opciones ideológicas todas, siempre y cuando respeten los derechos humanos".
Después de estas declaraciones, el propio jugador decidió denunciar a Pablo Iglesias: "Como muestra de respeto al sistema democrático de España, una vez finalizado el período electoral he decidido interponer una demanda por vulneración del derecho a mi honor en respuesta a las declaraciones realizadas por el Señor Pablo Iglesias, líder del partido Unidas Podemos, sobre mi persona el pasado 11 de abril en el diario MARCA".
"Me gustaría comunicar que, en el caso de que la sentencia fuese favorable, cualquier indemnización compensatoria que pueda recibir por el daño causado, irá destinada íntegramente a asociaciones de Albacete que trabajen por la inclusión e integración de los más desfavorecidos, prestando especial atención al colectivo infantil", sentenció el delantero en el comunicado, además de dar las gracias al conjunto manchego y su afición por el cariño y apoyo que le mostraron en esa etapa tan complicada.
Vuelta al infierno
Con motivo del encuentro entre el Rayo y el Albacete, Roman Zozulya volvió a convertirse en el centro de la ira de los bukaneros. Pancartas en su contra, insultos desde el calentamiento y cánticos de "Zozulya eres un nazi" o "puto nazi" fueron una constante que acabó con la suspensión del partido. Algo que no había sucedido nunca en la historia del fútbol español.
El colegiado del encuentro, José Antonio López Toca, llegó a parar el encuentro durante unos minutos, pero acabó dando el permiso para su reanudación sin el cese de estos cánticos por parte de cierto sector de la grada. Así el duelo llegó al descanso y en ese momento los futbolistas del Albacete se negaron a volver a salir al campo por solidaridad con su compañero.
La decisión del club manchego fue respaldada tanto por el cuerpo arbitral como por LaLiga, la Real Federación Española de Fútbol e incluso el Rayo Vallecano. Mientras se anunciaba por megafonía la suspensión del encuentro, muchos aficionados comenzaron a abandonar el estadio, mientras que los bukaneros continuaron burlándose entonando: "Era una broma, Zozulya era una broma".
LaLiga emitió un comunicado mostrándose contrario a esos actos contra el futbolista en el Estadio de Vallecas: "LaLiga manifiesta su acuerdo con la decisión tomada por José Antonio López Toca, el árbitro del partido entre el Rayo Vallecano y el Albacete Balompié, de suspender el encuentro ante los graves insultos y amenazas sucedidos durante la primera parte contra Roman Zozulya, jugador del club visitante y ante la petición de los dos equipos en el estadio de Vallecas. Desde LaLiga seguimos trabajando para erradicar la violencia, el racismo y la xenofobia en los estadios del fútbol profesional español".
Mientras que los bukaneros seguían rechazando cualquier tipo de tregua en su guerra con el ahora futbolista del Albacete. "Ni por racismo, ni por xenofobia ni por violencia. La primera vez que se suspende un partido en España es por decir la verdad. Zozulya es un nazi", publicaron en cuenta de la red social Twitter. Ahora solo cabe esperar si hay castigo y qué ocurre con el encuentro en juego. Mientras que Roman ha recibido el apoyo de su club, de los organismos del fútbol español y también de la institución del Rayo Vallecano, desde donde han condenado la actuación del sector de su afición más radical.
[Más información: Los gritos y pancartas de "Zozulya eres un nazi" acaban con la suspensión del Rayo - Albacete]