La intensidad del Levante en la segunda mitad propició su remontada ante el Celta en un encuentro que deja al equipo gallego en zona de descenso, a pesar de su buen primer periodo, y en el que se demostró la capacidad local de reacción tras un mala primera mitad. [Narración y estadísticas: Levante 3-1 Celta de Vigo]
El partido, por tanto, tuvo una primera parte de clara superioridad visitante, pero varió radicalmente tras el descanso, cuando el Levante se adueñó con autoridad de la situación.
El partido dio comienzo con mayor iniciativa en el juego por parte del Celta como consecuencia, sobre todo, de su superioridad en la medular, parcela de la que se adueñó desde el primer momento.
Sin embargo, el gol se produjo en un córner en el que el balón llegó hasta el segundo palo, donde Iago Aspas, libre de marca, hizo el 0-1.
Una ligera mejoría del Levante tras el gol no propició un cambio en la dinámica de un encuentro que el Celta controlaba sin problemas ante un Levante incapaz de ordenar su juego para aproximarse con peligro a la meta de Rubén Blanco, quien no pasó momentos de apuros en el primer periodo.
Tampoco los pasaba el meta local, porque el control del juego del conjunto gallego no iba acompañado de consistencia de cara a la meta de un Levante que, por otra parte, no encontraba la forma de superar la defensa de tres centrales de su oponente.
Aunque el Levante se mostraba incapaz ante la intensidad del Celta, a tres minutos del descanso, una penetración de Morales acabó en un buen remate de Roger que encontró réplica en una magnífica parada del meta visitante.
Poco cambió el encuentro en el tramo inicial de la reanudación, aunque el Levante empezó a tener más el balón y a manejarse en el campo del rival, pero sin disponer de ocasiones para empatar.
Sin embargo, la entrada de un tercer atacante en el equipo local metió atrás al Celta y en una gran jugada de Morales y Mayoral, Roger estableció la igualada con media hora de partido por delante.
En ese momento, el Celta apenas salía y el Levante, cada vez más crecido, encontraba, sobre todo por la banda izquierda, espacios para que Toño y Bardhi crearan problemas en la retaguardia de su oponente.
Consecuencia del cambio que había experimentado el encuentro fue el 2-1, muy protestado por el Celta al considerar que el saque de banda que originó el gol no era favorable al Levante, que sacó con rapidez. Mayoral se metió hasta el poste, cedió atrás y Roger marcó.
Tras el gol, el equipo gallego retiró a un defensa y dio paso a una fase del encuentro en la que se vio obligado a tratar de recuperar la línea de juego del primer periodo y que había perdido tras el descanso.
No consiguió el Celta reencontrarse, pero lo ajustado del marcador mantenía la emoción ya que cada jugada visitante podía suponer el empate, de la misma forma que los locales trataban de hacer daño al contragolpe.
En uno de ellos, ya en tiempo de prolongación, una acción de Toño y campaña por la banda izquierda propició el 3-1, marcado por Borja Mayoral.