El mercado de fichajes de invierno ha traído ya alguna bomba como la de Haaland al Borussia Dortmund, pero ha sido el regreso de Ibrahimovic al fútbol europeo el que más ha dado de qué hablar. Después de abandonar el Viejo Continente para probar suerte en la MLS, en Los Angeles Galaxy, vuelve para asumir el que tal vez es uno de los desafíos más difíciles de su carrera.
El Milan hace mucho tiempo que dejó de ser ese equipo puntero en Europa que luchaba cada temporada por hacerse con el Scudetto o por la Champions League. Sin ir más lejos, esta temporada ocupa después de 17 jornadas disputadas la posición duodécima de la tabla. Con 21 puntos, el Inter de Milán o la Juventus de Turín le doblan en puntuación. Un desastre para uno de los históricos grandes el continente.
Precisamente fue el descalabro ante el Atalanta antes de las fechas navideñas el que provocó que el Milan levantase el teléfono para ponerse en contacto con el delantero sueco. Paolo Maldini y Zvonimir Boban confesaron a Zlatan Ibrahimovic la complicada situación en la que se encuentra el equipo y que necesitaban su ayuda para resurgir de sus cenizas.
Palabra de Ibra
Ocho años hace que el futbolista abandonó San Siro. Una salida que él no quería que se produjese, pero que fue así por una elección societaria. Desde que se fue Ibrahimovic, el Milan no sabe lo que es ganar la Serie A, ya que hay que remontarse hasta la temporada 2010/2011 para ver el último título liguero de los rossoneri con el sueco como uno de los pilares.
Con el panorama de un Milan venido a menos pero con el objetivo de poder volver a colocarse entre los equipos más importantes del continente europeo, Ibra no se lo pensó dos veces para aceptar su oferta. La decisión, según él, "no fue difícil" y eso que varios clubes llamaron a su puerta: "Tras la última partida en Los Ángeles recibí la llamada de Paolo Maldini. A mis 38 años he recibido más ofertas que cuando tenía 20. Buscaba la última descarga de adrenalina para dar todavía el máximo".
Recuperar al mejor Milan
El reto y el objetivo de Zlatan Ibrahimovic es colocar a la escuadra milanesa entre los mejores. "Debemos trabajar mucho, duro y fuerte, creer para dar el máximo sobre el campo. Siempre espero mucho de mis compañeros. No sé qué no ha funcionado hasta la fecha", dijo en su presentación como nuevo jugador rossonero. A sus 38 años y dándose un baño de masas en su vuelta, el sueco dejó muy claro su pensamiento.
"Nunca he perdido la pasión. Veamos cómo van estos seis meses y si he dado algo y puedo seguir contribuyendo, entonces seguiré en el equipo. No querré quedarme porque sea Zlatan Ibrahimovic, no me interesa. Tengo 38 años y se qué debo hacer, aunque el estilo y el juego hayan cambiado", afirmó el delantero sueco ante los medios de comunicación.
Ibra no estará solo. El Milan cuenta con buenas referencias ofensivas como Piatek, Lucas Paquetá o Suso. Además de contar con Donnarumma bajo palos o con futbolistas que han dado un paso adelante como Theo Hernández. Sin embargo, el equipo no acaba de dar con la tecla y la llegada del sueco puede dar ese impulso que les hace falta a los de San Siro.
Un galáctico en San Siro
A sus 38 años, Ibrahimovic es uno de los futbolistas del mundo que más atención acapara. Su llegada también supone un impulso económico para los de Milán. El delantero es mucho más que gol -ha marcado más de 450 a lo largo de su carrera, 122 de ellos en Italia-, sino que también es ese jugador mediático que hace que todo lo que toque se convierta en oro.
Por el momento estará en el Milan hasta el final de la presente temporada, con opción a una más. La venta de camisetas está siendo todo un éxito y ahora todas las miradas están puestas en su debut ante la Sampdoria en el Día de Reyes. Aunque el rey absoluta en la escuadra rossonera es él, el inimitable Zlatan Ibrahimovic.