Arranca la esperpéntica Supercopa montada por Luis Rubiales en Arabia Saudí y lo hará sin apenas presencia de aficionados españoles en las gradas. Solo 346 valientes han viajado para 'disfrutar' del primer título de la temporada a precio de oro: más de 3.000 euros por persona entre viaje, alojamiento, comidas y entradas.
Los clubes han vendido 1.000 entradas, aunque la mayoría corresponden a españoles que viven en Arabia Saudí o a peñas en aquel país. Es el caso del Real Madrid, solo 20 hinchas viajaran desde la capital de España de los 700 tickets solicitados a la RFEF.
Rubiales vendió la Supercopa en Arabia como una oportunidad para modernizar el país, pero lo cierto es que no ha habido ningún avance más allá de permitir a las mujeres acudir al estadio durante el torneo. El presidente de la RFEF afirmó en la presentación que "están tratando de cambiar toda la cultura y abrir las fronteras. Esa apertura podemos bloquearla o participar en ella".
De esta forma quiso justificar llevar la Supercopa de España a uno de los países en los que menos se respetan los derechos humanos. De hecho, las periodistas desplazadas a Yeda para cubrir el torneo han denunciado la discriminación que sufren en Arabia Saudí.
Es es el caso de Patricia Cazón, que en el Diario AS ha explicado cómo no puede acudir a la piscina del hotel o cómo tiene prohibido comer junto a sus compañeros varones en los restaurantes de la ciudad árabe.
El presidente de la RFEF podría haber afirmado que la razón por la que se ha llevado el torneo a Arabia Saudí ha sido única y exclusivamente económica, pero en su lugar prefirió negar la evidencia y vender un propósito tan idílico como irreal.
En un momento en el que España está trabajando y educando por la igualdad entre hombres y mujeres, y con el movimiento feminista en pleno auge, Rubiales ha sido capaz de organizar la competición más discriminatoria de la historia del fútbol nacional.
Rechazo a la Supercopa
El máximo mandatario de la Federación ha logrado que la inmensa mayoría de los españoles rechacen este torneo y que los anunciantes no quieran involucrarse en un campeonato que se disputará en un país como es Arabia Saudí en la actualidad.
El formato y las fechas logran hacer de la Supercopa una competición mucho más atractiva para el aficionado, sin embargo la sede elegida ha empañado lo que debe ser un impulso para un torneo que deja de ser veraniego para ser tomado en serio por los grandes.
La Supercopa de Arabia será un gran negocio, pero nunca un éxito. Al menos en lo que a la afición española se refiere. Eso sí, las 62.000 localidades del King Abdullah Sports City estarán llenas. Mientras, los aficionados españoles de Valencia, Real Madrid, Barcelona y Atlético verán el torneo por la televisión.
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