El Atlético de Madrid visitaba Ipurua con una buena dinámica en La Liga tras ganar los tres últimos choques, pero con la derrota en la final de la Supercopa de España ante el Real Madrid. Por su parte, el Eibar, en puestos de abajo de la tabla, necesitaba una victoria para alejarse del descenso. [Narración y estadísticas: Eibar 2-0 Atlético de Madrid]
La primera parte no tuvo un dominador claro y fue el Eibar, gracias al VAR y a Esteban Burgos quien se adelantó en el marcador. En la segunda mitad, el Atlético fue mejor, dio un paso adelante, pero el conjunto de Mendilibar sentenció el choque casi en el descuento gracias a un tanto de Expósito.
El choque empezó con mucha intensidad por parte de ambos equipos y con ganas de llegar a las áreas de Dmitrovic y Oblak respectivamente. La primera llegada fue por parte del conjunto de Simeone tras un centro de Héctor Herrera que no llegaron por poco ni Felipe ni Joao Félix.
Acto seguido, le tocó el turno al cuadro local con una gran parada del que hace unas jornadas salvó a los suyos en el último minuto ante el Levante: Oblak. La puso Pedro León, la pelota se envenenó con el bote y a punto estuvo el equipo de José Luis Mendilibar.
El VAR y el gol del Eibar
El videoarbitraje apareció, como suele siendo habitual, una jornada más. Y lo hizo para favorecer, con justicia, al Eibar. Antes de ello, a punto estuvo de marcar Sergi Enrich tras un disparo del delantero del conjunto local que se marchó por poco tras un saque de esquina.
Fue en el minuto 10 cuando llegó el primer tanto del partido. Puso Pedro León la pelota, prolongó Sergi Enrich y Esteban Burgos, con todo a su favor, batió a Oblak. El árbitro anuló el gol, pero el VAR revisó la jugada para dar validez al tanto del Eibar.
Poco dominio del Atlético
El conjunto de Simeone lo intentaba, llegaba de vez en cuando al área de Dmitrotiv, pero sin claridad y sin dominar el choque. En dos de esas llegadas, Joao Félix se vio las caras con el portero del Alavés que sacó una buena mano y Correa no atinó a marcar tras un centro de Saúl.
Mientras tanto, el Eibar estaba bien plantado en su terreno de juego y Bigas probó a Oblak desde fuera del área, pero el disparó lo probó sin problemas el guardameta del equipo madrileño.
Paso adelante de los de Simeone
Al Atlético no le quedaba más remedio que salir a por todas en la segunda parte, y arrancó con todas las ganas del mundo ante un Eibar al que no le quedaba más remedio que defenderse.
De hecho, el Atlético se fue haciendo dueño del partido, con llegadas, dominio y metiendo atrás a un Eibar que esperaba su oportunidad al contragolpe, algo poco habitual en el estilo del juego local.
Pero los locales no estaban por la labor de dejarse llevar por los de Simeone, e intentaban atacar la portería de Oblak cada vez que tenían el balón aunque, eso sí, con más intención que acierto.
Con el paso de los minutos, los visitantes se fueron haciendo con un total dominio del balón para tratar de someter a un Eibar que quería guardar el gran tesoro que mostraba el marcado.
Morata la tuvo antes del minuto 70, pero su remate de cabeza cayó flojo en las manos de Dmitrovic. Ambos entrenadores tardaron en mover el banquillo, pero Lodi y Cristóforo entraron al campo para defender sus intereses, uno más ofensivo y otro más conservador.
La sentencia del Eibar
A falta de 15 minutos, nada cambiaba y los locales veían cercana su primera victoria en Primera ante el Atlético, pese a que estaban sufriendo como pocas veces en Ipurua.
El Eibar quería dormir el partido ante un rival que tenía prisa, mientras los cambios se sucedían en ambos equipos.
El Atlético fue a por todo en los últimos minutos, conocedor de que la zona alta de la tabla esta en juego, pero el Eibar no tenía ninguna intención de dejar llegar a los de Simeone a su área.
Si ocasiones, pero con una gran incertidumbre en el marcador se llegó a los últimos minutos en los que Ipurua se volcó animando a los suyos cuando más lo necesitaban.
Y tan importante fue el apoyo del público que Expósito finiquitó el partido al borde del descuento, con un tanto desde fuera del área que cerró el choque de forma definitiva del lado de los locales.