El Deportivo ha continuado su escalada a costa del líder, el Cádiz, ante el que sumó su cuarta victoria consecutiva (1-0) en Segunda División, una serie que le ha reenganchado a la batalla por la permanencia y que ha agrandado el bache en que está inmerso el conjunto andaluz.
Un gol de Sabin Merino, tan decisivo como el pasado jueves ante el Racing de Santander, desniveló el choque en el segundo periodo, en el que los gaditanos apretaron hasta el pitido final, que se produjo con el resultado aún en suspense por una jugada revisada por el VAR por un presunto penalti en el área local que no fue señalado.
Los más 24.000 aficionados en la grada de Riazor entonaron después el 'sí se pued'e porque el Deportivo ya ve más cerca la permanencia.
El equipo coruñés perdió a última hora a Mamadou Koné por fiebre y Apelación no le perdonó el castigo a Çolak, contratiempos a los que se sumó antes del cuarto de hora una lesión muscular de Salva Ruiz, que fue sustituido por Luis Ruiz en el lateral izquierdo.
Las dos escuadras se tenían bien estudiadas y en la primera parte primaron las pizarras, que convirtieron el partido en un duelo táctico, con muchas vigilancias y pocos espacios. Ahí se manejó algo mejor el Cádiz hasta el ecuador del primer acto con ocasiones para el Choco Lozano y Garrido que no necesitaron la intervención de Dani Giménez.
El Deportivo, con problemas en la creación, pidió penalti por una mano de Espino a los 24 minutos que revisó el VAR y no concedió el colegiado justo antes de que Aketxe avisara a sus excompañeros con una falta que se le marchó desviada.
El líder fue incapaz de crearle problemas al conjunto coruñés, que mantuvo la línea de cinco defensas que ha implantado Fernando Vázquez y contrarrestó las transiciones de los de Álvaro Cervera.
El ejercicio de paciencia continuó tras el descanso y el técnico del Cádiz refrescó el ataque con Pombo por Lozano superada la hora de encuentro para intentar cambiar el partido, pero lo que se encontró fue el gol del Deportivo, que desequilibró el choque con un pase filtrado por el japonés Gaku Shibasaki que convirtió Sabin Merino en el mano a mano con Cifuentes.
Después de haberse pasado sin marcar en partido oficial más de tres años, el delantero vasco ha iniciado su etapa en el Deportivo con éxito rotundo al haber anotado en sus dos primeros encuentros con la blanquiazul.
El Cádiz, obligado a reaccionar, incorporó a Iván Alejo y fue Nano Mesa el que rozó el empate a los 70 minutos tras un mal despeje de Mujaid.
Los andaluces embotellaron al Deportivo en la recta final del partido y el partido se convirtió en un monólogo del líder, que no encontró la forma de meterle mano al equipo coruñés.