El Sevilla ganó por 2-0 al Granada en el Ramón Sánchez Pizjuán y se afianza en los puestos de 'Champions' tras un partido en el que aprovechó su buen juego y efectividad en el primer tiempo para amarrar la victoria, con goles del holandés Luuk de Jong y Nolito, ante un rival inofensivo y que acusó esos dos golpes. [Narración y estadísticas: Sevilla 2-0 Granada]
El Sevilla cimentó su triunfo en un fútbol rápido y vertical y en una eficacia que, tras una primera mitad de dominio absoluto, le permitió irse al descanso con 2-0, una ventaja que, pese a bajar en su intensidad, supo guardar en una segunda parte con pocas ocasiones para endosarle al Granada su séptima derrota seguida a domicilio.
Se medían dos equipos con distintos objetivos: el Sevilla, el día que cumplía 130 años, en busca de afianzar su cuarta plaza sin el argentino Éver Banega, sancionado, ni los lesionados Carriço, Jordán y el meta Bono; y el Granada, a subir puestos desde la mitad de la tabla y con más bajas aún (Germán, Carlos Fernández, Fede Vico, el turco Koybasi, Montoro, Quini y el colombiano Lozano).
Los sevillistas salieron con más fuerza, prestos a imponer su calidad ante un Granada timorato en ataque y reservón, y pronto avisaron de sus intenciones con un tiro al poste izquierdo del meta luso Rui Silva del argentino Lucas Ocampos y, en el rechace, un disparo que se marchó fuera del brasileño Fernando Reges.
Tras un arranque eléctrico del equipo de Julen Lopetegui, que jugó con mucha velocidad y criterio el primer tiempo, fue el preludio del 1-0, anotado a los 11 minutos por el holandés Luuk de Jong al cabecear a la escuadra un centro desde la derecha de Jesús Navas y marcar un golazo, su cuarta diana como sevillista.
Tres minutos después, el árbitro pitó penalti a favor del Granada por un manotazo del brasileño Diego Carlos a Antonio Puertas, el más incisivo de su equipo, aunque después se desdijo de su decisión a instancias del VAR al comprobar en la pantalla a pie de campo que la acción antirreglamentaria había sido sin estar el balón en juego, antes de que los granadinos sacaran una falta cerca del área.
El Sevilla siguió con su dominio y control, imprimiendo rapidez al juego y aprovechando los espacios que el Granada se vio obligado a dejar en su intento, sin ningún éxito, de irse hacia arriba, lo que se tradujo, tras un cabezazo de Ocampos que no encontró puerta después de una contra, en el 2-0, obra de Nolito al batir con un toque sutil a Rui Silva tras una cabalgada de Reguilón.
En la reanudación, el conjunto de Diego Martínez salió más animado, con mayor brío para recortar distancias y meterse de nuevo en el choque, mientras que los hispalenses se relajaron un poco y les faltó la intensidad del primer periodo, con lo que el Granada, con una presión más alta, inquietó más al meta checo Tomas Vaclík.
Puertas siguió siendo el hombre más peligroso de su equipo y tuvo el 2-1 a los 48 minutos, pero su remate de cabeza salió ligeramente alto tras un exceso de confianza de Vaclík en una fase en la que los granadinos forzaron varios saques de esquina ante un Sevilla dormido y perdido al ganarle su rival el medio campo.
Diego Martínez sacó al campo al francés Dimitri Foulquier por el medio exsevillista Yan Eteki para buscar más profundidad por la banda derecha, en tanto que Lopetegui buscó más consistencia con el serbio Nemanja Gudelj por el argentino Franco Vázquez, muy apagado y con una amarilla, en una segunda mitad que estuvo muy abierta.
Así, a los arreones del Granada le replicaba el Sevilla con algún ataque rápido para intentar aprovechar los huecos en la zaga visitante, que pasó a ser de tres centrales con Foulquier y Carlos Neva más adelantados, al igual que la sevillista con Sergi Gómez, Diego Carlos y el francés Jules Koundé, quien relevó a Nolito.
Los rojiblancos adolecieron de un mayor empuje ofensivo y apenas pusieron en apuros a un Sevilla que, con el paso de los minutos, se fue asentando sobre el campo sin hacer concesiones a su rival, si bien el Granada nunca se rindió y buscó sin éxito el gol en una falta en la frontal del área botada por Soldado y que paró Vaclík.
Martínez buscó más verticalidad y llegada con el exbético Álvaro Vadillo por el venezolano Darwin Machís, muy perdido, pero el que pudo ampliar su renta fue De Jong con un tiro potente dentro del área a pase de Navas, incansable por la derecha, que despejó Silva.
Aún así, los sevillistas se dedicaron a administrar su ventaja ante un Granada impotente y que, siempre a contra corriente, amagó en ataque, aunque no generó un peligro real en el área local y se marchó del Sánchez Pizjuán con su séptima derrota seguida fuera ante un Sevilla que rompió una racha de dos partidos sin ganar en casa.