La firma del primer Convenio Colectivo de Fútbol Femenino se sigue prolongando en el tiempo. La Asociación de Futbolistas Españoles (AFE) y las propias jugadoras están a la espera de un momento histórico que parece no llegar nunca. Esta demora está provocando que la ansiedad vaya en aumento y las futbolistas se sientan "ninguneadas" hasta el punto de acudir al Grupo Parlamentario Socialista.
Para entender esta crispación hay que retroceder muchos meses atrás. Hace más de trece que comenzó la negociación para lograr el convenio de la igualdad. El primer encuentro entre la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino y los sindicatos UGT, Futbolistas ON y AFE tuvo lugar el 4 de octubre de 2018 en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD).
Más de 18 reuniones después, no se llegó a ningún punto en común y, ante esta falta de acuerdo, se firmó la convocatoria de huelga para la jornada 9 de la Primera Iberdrola del 16 y 17 de noviembre. La Dirección General de Trabajo presentó una oferta de mediación que no fue suficiente para evitar el parón.
Tras no disputarse esta jornada de la competición liguera, el 20 de diciembre la ACFF, (AFE) y el sindicato Futbolistas ON firmaron un preacuerdo de la Mesa Negociadora del I Convenio Colectivo del Fútbol Femenino para las jugadoras de Primera División.
Se pactaron las bases del documento que regulará el salario mínimo, la duración de la jornada o las vacaciones, que garantizará la protección en caso de lesión o establecerá el protocolo en caso de embarazo, entre otros asuntos. Y, además, este preacuerdo establecía como fecha límite para la firma del convenio el pasado 15 de enero.
Un día antes, el 14, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) informó de su visto bueno a la propuesta de la ACFF para adherirse al Programa Élite, lo que permitiría a la patronal disponer de los fondos económicos necesarios para hacer frente a las condiciones pactadas con AFE y Futbolistas ON.
Desconcierto y desconformidad
Sin embargo, a pesar de estar estimada para esta fecha, este preacuerdo no se cumplió y se pospuso para el 20 de enero. Este mismo día, el sindicato de Futbolistas ON emitió un comunicado para expresar "su desconcierto" y "su más absoluta desaprobación a ante este incumplimiento. También abrieron la puerta a la posibilidad de reactivar la huelga, por ahora en tregua.
A día de hoy, esta firma aún no se ha producido y no tiene fecha fijada. La firma del convenio colectivo está paralizada por la falta de acuerdo entre la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) y la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino para su entrada en el programa élite federativo, y a sus consiguientes fondos económicos, lo que pasaría por la resolución del acuerdo audiovisual con Mediapro.
Ante esta interminable situación, la Asociación de Futbolistas Españoles se reunió este mismo martes con una representación del Grupo Parlamentario Socialista para trasladarle su preocupación por la demora de la firma.
Objetivo: igualdad real y efectiva
Susana Ros, portavoz en esta reunión, y los diputados Laura Berja y Juan Luis Soto, hicieron "un llamamiento a todos los actores que han participado en el preacuerdo del convenio colectivo para que desde el diálogo desbloqueen esa situación y se pueda alcanzar el mejor de los convenios para todas las partes, sobre todo en el avance en derechos salariales, laborales y en el reconocimiento de la dignidad de las futbolistas de este país".
"Para el Grupo Parlamentario Socialista es una prioridad impulsar acciones que contribuyan a alcanzar la igualdad real y efectiva", dijo Susana Ros. No obstante, a pesar de haber avanzado en numerosos aspectos dentro del acuerdo, la situación de las futbolistas sigue en el mismo punto en el que comenzó. Los equipos femeninos de la Primera Iberdrola continúan sin tener un convenio colectivo. Y, según parece, va para largo. Tal vez, acabe en una nueva huelga.