El Celta sale de la zona de descenso después de remontar en Balaídos ante el Sevilla (2-1) con goles de Iago Aspas y Pione Sisto en el último cuarto de hora del partido, un encuentro pobre del conjunto de Julen Lopetegui durante el segundo tiempo, en el que se encerró atrás hasta que llegaron los tantos del equipo vigués, que rompe con este triunfo una negativa racha de ocho jornadas sin ganar. [Narración y estadísticas: Celta 2-1 Sevilla]
El Celta, con la novedad de Smolov y el regreso de Brais Méndez y Hugo Mallo al equipo titular, tuvo un comienzo de partido alentador. Su línea de presión alta inquietó algo al Sevilla, especialmente un tiro de Aspas tras una recuperación de pelota cerca del área.
Ese buen inicio celeste flaqueó. El conjunto de Lopetegui se fue asentando poco a poco. Impuso su habitual ritmo alto, tuvo más la pelota y buscó el peligro desde la banda izquierda.
El primer aviso llegó con un remate de En-Nesyri, tras un pase atrás de Escudero, una de las novedades de la alineación visitante; unos minutos después desde ese costado llegó un centro que también cabeceó En-Nesyri.
Su tercera ocasión fue más letal mediada la primera parte: Diego Carlos metió la pelota en el centro del campo con un envío desde su portería, Olaza cometió un error defensivo gigantesco y En-Nesyri se plantó solo ante el portero Rubén, a quien batió con un gran toque de calidad.
El gol del Sevilla facilitó el planteamiento del equipo de Lopetegui. Bien colocado, aguantó con comodidad la presión celeste, una presión tímida, escasa en oportunidades, salvo un tiro potente de Smolov desde fuera del área o un disparo de Rafinha que despejó el defensa Sergi Gómez.
El Sevilla esperó su momento. Si En-Nesyri provocó desasosiego en Balaídos al inicio de la primera mitad, Ocampos lo hizo en los minutos finales antes del descanso. Primero, con un disparo cómodo para Rubén; después, tras un grave error defensivo de Murillo, con mano a mano ante el portero que finalizó sin gol. Los fallos en la zaga celeste sustentaron al Sevilla.
Óscar García retocó su equipo en el descanso con la presencia de Sisto. Pero no fue el Celta un equipo venenoso por las bandas. El Sevilla se atrincheró cerca de su área: ofreció poco en ataque, se armó atrás a la espera de algún contraataque.
El Celta apretó con un tiro desviado de Rafinha y un par de disparos lejanos de Sisto. Solo respondió el conjunto andaluz con un cabezazo de En-Nesyri y un lanzamiento de Suso, pese a que cerca del minuto setenta tuvo el momento que aguardaba con un contragolpe que guió Jordán, remató a portería Franco Vázquez pero culminó en fuera de fuego En-Nesyri, un tanto anulado por el árbitro que corroboró el VAR.
El Celta acopió la posesión de la pelota, un dominio que tuvo su premio cuando Rafinha se asoció con brillantez con Aspas, un buen pase que colocó al delantero ante Vaclík, a quien regateó para marcar el gol del empate. El gol espabiló al Sevilla, que aumentó su intensidad y fue hacia arriba, aunque sin crear oportunidades claras.
El Celta acusó el desgaste físico. Sin embargo, con el partido cuarteado, en un guión de ida y de vuelta, el equipo gallego recuperó en el centro del campo un despeje de Vaclík, Okay abrió el balón hacia la banda izquierda de Sisto y este finiquitó la contra en el minuto 91 con un tiro cruzado que certificó la remontada celeste, una victoria en liga que no saboreaba desde el mes de noviembre.