En un momento en el que el fútbol femenino atraviesa por un momento muy saludable y se espera que siga expandiéndose y ganando adeptos en los próximos años, en España hay una gran traba que lleva meses negociándose y que todavía no ha encontrado solución: la firma del convenio colectivo.
El pasado mes de octubre la AFE comenzó a preparar los trámite para la que a la postre se convirtió en la sexta huelga del fútbol español. Después de un año de negociaciones y 18 reuniones, se decidió por la medida más drástica. Un parón para visibilizar el problema que sufren las jugadoras en nuestro país.
En su día, David Aganzo, presidente de la AFE, ya dijo que había que abogar por un convenio colectivo lo antes posible "digno de igualdad". Con frases como "la mujer se merece respeto" o que por cotizar deben "tener derechos igual que obligaciones", el dirigente mostró públicamente la disconformidad con la situación que viven la futbolistas.
Como deportistas a tiempo completo que son, ellas piden que se les trate y reconozca como tal. Cláusula de parcialidad tanto para la jornada laboral como el salario. Las jugadoras piden cobrar 20.000 euros brutos al año para una jornada de 40 horas a la semana, y de 12.000 para aquellas que estén a media jornada.
Otros puntos importantes son los del protocolo para la prevención y actuación contra el acoso, el protocolo de embarazo, maternidad y lactancia -ayudas a las madres de 600 euros incluidas-, las vacaciones, el complemento salarial por incapacidad temporal o el plus de antigüedad.
De la huelga a las promesas
La novena jornada de la Primera Iberdrola, fijada para el fin de semana del 16 y 17 de noviembre, no se disputó en esas fechas por la huelga de las futbolistas. El mismo lunes 18, los clubes y los sindicatos la desbloquearon y se reanudaron así las conversaciones para poder llegar a un acuerdo entre las partes.
El pasado 20 de diciembre, los sindicatos y los clubes firmaron un preacuerdo de ese esperado primer convenio del fútbol femenino. Este debía ratificarse ya en 2020, en una reunión fijada para el 15 de enero. Todo estaba preparado, pero finalmente no llegó esa firma. Esto provocó que las futbolistas se sintiesen "ninguneadas", tal y como dijo Ainhoa Tirapu.
No entendemos muy bien qué está pasando cuando todas las partes han dado su 'ok'. En este tiempo, nosotras vamos perdiendo derechos laborales. Día que pasa, día que no se ha cotizado en la jornada correspondiente. Nosotras vamos perdiendo cosas por el camino. Nos sentimos ninguneadas", expuso la portera del Athletic.
La Asociación de Clubes de Fútbol Femenino aceptó las bases del preacuerdo, así como que la RFEF validase la adhesión de las entidades asociadas -todas a excepción del Athletic, el Barcelona y el CD Tacón, que también se acogerían al convenio- al Programa Élite y a sus correspondientes fondos económicos, tal y como había exigido la patronal para la validación del acuerdo.
Al borde de otra huelga
Las futbolistas, unidas bajo la voz de Ainhoa Tirapu, ya avisaron entonces que estaban dispuestas a todo y que no descartaban una segunda huelga durante la temporada 2019/2020. "La realidad es que dimos una tregua. Sentimos que no se nos está tomando demasiado en serio y no descartamos nada. A nosotras nos da igual cómo se llegue a la firma del convenio. Nos importan nuestros derechos", dijo la portera.
Las futbolistas tomaron las riendas y forzaron un desenlace reuniéndose con el Grupo Parlamentario Socialista, el cual a través de la portavoz Susana Ros declaró que para ellos es "una prioridad impulsar acciones que contribuyan a alcanzar la igualdad real y efectiva".
Ante el escenario de que pasan los meses y no se llega a un acuerdo, las futbolistas de 14 de los 16 clubes que forman la Primera Iberdrola -a excepción de Levante y Sevilla- emitieron un escrito formal: "Si a lo largo de este jueves 6 de febrero no hay una respuesta satisfactoria, se llevarán a cabo medidas consensuadas por las futbolistas y AFE en pro de los derechos del colectivo".
"Desde el sindicato AFE emprenderemos las acciones que en derecho nos corresponde y que la propia legislación arbitra, siendo conscientes de los posibles perjuicios que se derivan ante una situación de hecho consolidada", añade un comunicado que pone en jaque a todos los implicados y también a que continúe la liga sin incidencias.
El gran cisma: los derechos televisivos
La próxima semana se cumplirá una semana de aquel 15 de enero en que se debió firmar el convenio colectivo del fútbol femenino. Después de haber llegado a un preacuerdo sería el reparto audiovisual el que estaría paralizando que todo llegue a buen puerto.
Mediapro tenía firmado un acuerdo con los clubes a razón de 3 millones de euros por cada una de las tres temporadas estipuladas. El grupo audiovisual pactó con la Federación Española el pago de 1,5 millones para la retransmisión de una serie de partidos, pero fue entonces cuando el Tacón y el Barcelona dijeron que querían emitir sus encuentros en sus respectivos canales temáticos.
Desde Mediapro entendieron que esta medida afectaría al producto que ofertan, aunque también pudiesen emitir dichos encuentros al mismo tiempo que los canales de Real Madrid y Barça. A raíz de esto se frenó en seco la negociación a tres bandas entre la RFEF, la Asociación de Clubes y Mediapro.
Petición la CSD
La AFE, ante el despropósito y al verse las futbolistas como principales damnificadas, ha pedido la intervención del CSD. Según informa Iusport, en una carta del sindicato a la Federación se habla de la "inoperancia" de Luis Rubiales y la institución que preside para la firma del convenio colectivo.
"Lo que a nadie se le escapa que la situación actual de bloqueo antecedida por un comunicado del 14 de enero de garantizar el convenio, por los antecedentes que todos conocemos de la interdicción de esa Federación, nos sitúa en una posición de perjuicio a unas deportistas que están bajo el mandado reglamentario de esa Federación, vía Licencia, y que se ven afectas a una competición que las está desacreditando, cuando las ningunea, como bien han mantenido, ante la inoperancia de quiénes tienen que proteger, lo que el mandato de la legislación deportiva les impera. Y aún más, situaciones de estas, devienen además a una desigualdad entre compañeros en el mismo nivel competitivo", dice el escrito.
"Por lo dicho, y con nota de este escrito al CSD, vamos a pedir la intercesión formal del mismo, por si en la apertura de una información por los efectos de la competición que se van a devenir en desprestigio de la competición, por hacer decaer derechos que ya están en el contexto de la negociación y que por efectos de actuaciones, que pudieran resultar antijurídicas, pudieran causar perjuicios a las futbolistas", añade.
"Por las que este sindicato está comprometido, y sintiendo el tono de este escrito, pero la realidad es tan dura como la que está produciéndose con un total ninguneo de derechos y de transparencia hacia unas deportistas, con licencia de esa Federación", con", concluye esta carta que pone de relieve la problemática que viven las futbolistas y donde se incide en ese '"ninguneo" hacia las profesionales.
Visibilidad en la Supercopa
Este domingo se vieron las caras en la final de la Supercopa de España la Real Sociedad y el Barcelona. En la previa del partido tomó la palabra Luis Rubiales: "Desde un primer momento, la Federación quiere poner entre 8 y 10 millones de euros para el fútbol femenino. Además, hemos visto que se cerró un acuerdo. Y sin embargo no se ha firmado porque parece que o no interesa o no sabemos lo que ocurre".
El presidente de la Federación intenta así alejarse de la polémica, aunque lanzo un dardo ya que considera que aunque "las mujeres tienen que tener sus derechos, las de Primera y de Segunda", el sindicato "solo ha pedido para las de Primera". Una manera de responder a los ataques que le llegan desde la AFE.
En esa final de la Supercopa, que se llevó el Barça por un sonrojante marcador de 1-10, las futbolistas de uno y otro equipo hicieron visible su malestar con un contundente acto de protesta: balón en juego, toca Nahikari y durante un minuto ninguna de las 22 futbolistas se movió.
No habrá descensos
De no llegarse a una solución en la reunión programada para el próximo miércoles y ante la posibilidad de una nueva huelga, se ha barajado la opción de que los clubes puedan perder la categoría por llevar a cabo dos parones en la misma temporada. Legal y disciplinariamente podría suceder, pero no pasará.
¿Por qué? Puesto que Carmen Pérez, jueza única de Competición de la RFEF, determinó a finales del pasado año que esa huelga de la jornada 9 de la Primera Iberdrola no se puede considerar como incomparecencia. De haber una segunda huelga, sería ella quien decidiese si vuelve a optar por la misma resolución o establece la pérdida de tres puntos.
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