El Valencia y el Atlético de Madrid firmaron tablas (2-2) en un electrizante partido en el que los visitantes dominaron el primer tiempo y los valencianistas se hicieron dueños del juego en el segundo con momentos de buen fútbol y alta intensidad. [Narración y estadísticas: Valencia 2-2 Atlético de Madrid]
Aunque el Atlético logró retirarse al descanso con ventaja de 1-2 tras controlar la primera parte, a la vuelta de los vestuarios el Valencia dominó con autoridad y sólo la falta de puntería le privó de más premio.
El Atlético salió mas enchufado. Su presión alta dificultaba la salida del balón a un Valencia al que le costaba manejarse en un centro del campo dominado con firmeza por su rival.
A pesar de un atisbo de reacción del equipo de Albert Celades, la mayor intensidad y mejor juego de los visitantes derivó en el primer gol de la noche tras una jugada entre Correa con Vitolo que finalizó Llorente para batir a Jaume Doménech.
El gol reafirmó al Atlético frente a un Valencia nervioso y sin ideas para dañar a un rival intenso y muy veloz que no cesaba en su empeño de poner en apuros la portería valencianista. La presión alta y el repliegue rápido le funcionaba al equipo de Simeone.
Superado el minuto 25 de partido, el Valencia logró romper la presión del Atlético y empezar a merodear y poner en apuros Oblak, aunque el equipo madrileño todavía mantenía una mayor fluidez en su juego que su oponente.
Paulista igualó el marcador
Con más pundonor que juego, el Valencia logró empatar el partido con un gol de cabeza de Gabriel Paulista a cinco minutos del final del primer tiempo , pero el Atlético no tardó en responder y tres minutos después un gran gol de Thomas devolvió a los visitantes el mando en el marcador.
El arranque de la segunda parte fue trepidante, con ambos equipos con mucha intensidad en el juego pero con el Atlético tratando de llevar el partido a donde más le interesaba, con continuas interrupciones para evitar que el Valencia lograse meterse en el choque.
El partido ya no tenía un dominador y de esa situación sacó partido el Valencia. Una falta lanzada por Parejo fue rematada tímidamente por Kondogbia para alojar lentamente el balón en la meta del Atlético sin que Oblak pudiera detenerlo (59').
Intercambio de golpes frenéticos
El gol hizo entrar en erupción al Valencia, que asedió el área del Atlético en los mejores momentos del equipo de Albert Celades, que respondía con contundencia y velocidad a su rival. El partido se convirtió en un intercambio de golpes frenético entre ambos contendientes, pero con mayor protagonismo para el Valencia, que había logrado dar un giro radical a sus sensaciones iniciales y al encuentro.
El Atlético no sabía frenar a un Valencia eléctrico que perdonó el tercero tras una gran jugada de Ferran que Gameiro no aprovechó al rematar alto con todo a favor. El Valencia apretaba. El Atlético se defendía.
El equipo del Cholo Simeone volvió a meterse en el parido en la recta final y Morata puso a prueba a Jaume Domenech con un cabezazo que desbarató el meta local, si bien poco después Maxi Gómez desperdició en el remate otra nueva jugada fulgurante de los valencianistas. Con Mestalla en plena ebullición, el partido entró en sus últimos instantes con el Valencia volcado, pero su falta de acierto ante la meta rival le condenó.
Valencia 2-2 Atlético de Madrid
Valencia: Jaume; Wass, Paulista (Diakhaby, 92'), Mangala, Gayá; Ferrán, Kondogbia, Parejo, Soler (Cheryshev, 80'); Guedes (Gameiro, 60') y Maxi Gómez.
Atlético de Madrid: Oblak; Arias (Morata, 66'), Savic, Felipe, Lodi (Vrsaljko, 52'); Koke (Carrasco, 77'), Llorente, Thomas, Saúl; Vitolo y Correa.
Goles: 0-1, 15: Llorente. 1-1, 40': Paulista. 1-2, 43': Thomas. 2-2, 59': Kondogbia.
Árbitro: Medié Jiménez (Comité catalán). Mostró tarjeta amarilla a los valencianistas Paulista, Mangala y Maxi Gómez, y a los atléticos Lodi, Vrsaljko y Simeone.
Incidencias: partido de la vigésima cuarta jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio Mestalla ante 43.297 espectadores. Presenció el partido desde el palco el seleccionador brasileño, Adenor Leonardo Bacchi, 'Tite'.