Un santanderino y un alicantino han revolucionado el fútbol español esta temporada. Los dos desde los banquillos. Uno desde Barcelona y otro desde Madrid. Con estilos contrarios. Con recursos y objetivos totalmente opuestos. Y es que Quique Setién y José Bordalás son los dos entrenadores de moda en el fútbol español, pero también dos antagonistas entre sí que se verán las caras este fin de semana en el Camp Nou.
La rivalidad entre los entrenadores de Barça y Getafe es legendaria. Casi histórica se podría decir, ya que en la última década no han dejado de enfrentarse públicamente, tanto en los terrenos de juego como en las ruedas de prensa.
Si uno es un discípulo inquebrantable de la filosofía de Cruyff, con amor y pasión por el fútbol de posición (y posesión), otro destaca por ser un técnico resolutivo que sabe adaptarse a la perfección a los recursos que tiene en su plantilla.
Cierto es que Quique Setién todavía no ha conseguido sacar brillo a su estilo de juego y alcanzar el pranayama de su filosofía. "No toques -el balón- si no buscas generar nada, toca para para superar líneas". El cántabro aún no ha llegado a cumplir con esta premisa de un 'catedrático' de la materia como Juanma Lillo, maestro oculto de Pep Guardiola y su 'tiki-taka' que conquistó al mundo.
Precisamente es esta visión del fútbol la que ha generado una rivalidad icónica entre Setién y Bordalás. Y es que todo se inició con unas polémicas declaraciones que el técnico cántabro vertió contra el valenciano, encendiendo la chispa de una enemistad que dura hasta día de hoy.
"Espero que el Alcorcón no ascienda"
Si cada historia tiene un origen, esta data del 13 de abril de 2013, con Setién como entrenador del Lugo y una rajada todavía recordada en rueda de prensa: "Nos hemos dejado ganar por un equipo que no se lo ha merecido", señaló el actual entrenador del Barça después de caer derrotado 1-0 frente al Alcorcón en la capital.
"Me cabrea ver a los jugadores perder tiempo. De los equipos que están arriba, espero que el Alcorcón no ascienda, porque da pena verlos. Es un rival complicado porque no juega ni deja jugar. Interrumpen y pierden tiempo", añadió con dureza Quique.
El Alcorcón quedó fuera de playoff (noveno) aquella temporada y no tuvo ni siquiera la posibilidad de ascender, pero lo verdaderamente importante era que la semilla del mal se había sembrado y el mal rollo acompañaría a ambos técnicos en cada duelo en los terrenos de juego.
La réplica de Bordalás
Otra victoria del Alcorcón ante el Lugo el 23 de noviembre de 2014 volvió a hacer explotar a Setién. "Parece que todos los equipos calentamos el partido contra el Alcorcón y este equipo acaba teniendo líos con todos, no conmigo", denunció el cántabro ante los medios de comunicación.
"Esto ha sido un partido, pero por llamarlo de alguna manera, porque no lo interpreto como tal. No ha habido continuidad, ha habido muchas interrupciones, líos y no es lo que acostumbramos a jugar", añadió Setién criticando el estilo de Bordalás y su equipo.
Sin embargo, en esta segunda ocasión el actual entrenador del Barcelona si obtuvo respuesta por parte de Bordalás: "Lo importante es que ha ganado el equipo que más ha querido ganar, el que más ha buscado la victoria y el que le ha echado un par de pelotas", espetó con contundencia el valenciano.
Pero José no se quedó ahí. De hecho, pidió a los máximos organismos del fútbol su intervención ante tales declaraciones contra su equipo, dejando caer que su 'colega' de profesión debía ser sancionado. "Me parece una falta de respeto gravísima e insto a quien corresponda... Federación, LFP, AFE... a tomar cartas en el asunto para cortar estos comentarios", denunció Bordalás.
"Me hierve la sangre"
La rivalidad cimentada en la categoría plata llegó a los campos de Primera División en 2017. El episodio más dramático llegó el 3 de noviembre de 2017, tras el empate a dos entre Betis y Getafe en el Benito Villamarín. "Me ha parecido un partido lamentable. El Getafe es el equipo que más faltas hace. Es lamentable que se hayan dado sólo tres minutos de añadido. Es siempre lo mismo", criticó Setién.
"Estas cosas la tienen que mirar porque la culpa la tienen los árbitros. No se puede permitir que se jueguen sólo 25 minutos en cada tiempo. Esto no es fútbol. Esto es otra cosa. Me hierve la sangre", añadió contra el arbitraje.
La pasada temporada también hubo lío entre ambos. En la primera vuelta Setién visitó el Coliseum Alfonso Pérez con el Betis, donde Bordalás, en condición de local como exige el protocolo, debía ser el que saludara al cántabro. Sin embargo, el técnico del Getafe declaró que estuvo esperando a su homólogo en los banquillos con tiempo, pero el verdiblanco salió justo para empezar el encuentro y él ya se encontraba en su zona técnica.
En la segunda vuelta la situación no mejoró. "Siempre por cortesía es el entrenador local el que saluda al visitante", señaló Bordalás antes del duelo que enfrentó a ambos equipos en marzo de 2019. El Getafe visitó el Benito Villamarín y, directamente, no se produjo nuevamente saludo entre ambos entrenadores. Setién no acudió a recibir al técnico valenciano.
De la ira a la calma
Siete años después del inicio de las hostilidades, las aguas parecen más calmadas. Al menos eso es lo que han querido transmitir ambos entrenadores en la previa del partido de este sábado entre Barcelona y Getafe en el Camp Nou.
"Cada año me preguntáis lo mismo cuando me tengo que enfrentar a equipos que entrena Quique Setién. Yo le respeto, soy una persona que no tengo ningún tipo de rencor y que valoro mucho a cualquier profesión. Eso está más que olvidado", señaló Bordalás con intenciones de limar asperezas.
"Me fijo mucho en los rivales. Sobre el tema de Bordalás, lo tengo olvidado y no hablaré absolutamente nada", le espetó Setién ante los medios.
Lo más insólito han sido los elogios del técnico del Barça hacia el alicantino. Quique ha señalado que "lleva tiempo que hace bien las cosas", que "tiene un plan que desarrolla muy bien y que le ha llevado a estar en Europa".
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