Moussa Marega sufrió el pasado domingo un incidente racista. El jugador del Oporto escuchó insultos como "macaco" y "chimpancé" por lo que decidió abandonar el terreno de juego en el minuto 71. Sus compañeros, lejos de solidarizarse con el maliense, intentaron impedir que se marchara.
Este lunes, un día después del episodio, Marega ha vuelto a hablar en Radio Montecarlo para condenar este comportamiento racista y explicar los hechos: "Todo comenzó con el calentamiento. Entonces, sólo fueron dos o tres personas. Debe pasarle a todos, no importa, podemos seguir jugando me dije, pero cuando se trata de casi todo el estadio, no es posible seguir jugando cuando nos burlamos del color de nuestra piel".
Además, aseguró que es "triste" que ocurra en 2020 ya que "realmente" le hizo sentir "como una mierda". "Fue una gran humillación para mí. Después de que terminó el partido, me fui a casa y sólo me hizo sonreír ver a mi hijo. Eso y todos los mensajes de apoyo que recibí", confesó.
Marega reconoció que le gustaría que "se pararan los partidos". "Sería un gesto fuerte de los árbitros, de la liga. Las consignas antirracistas son estúpidas, solo reúnes a los equipos en una foto que compartes en las redes sociales", explicó.
La Fiscalía portuguesa abrió este lunes una investigación sobre los cánticos e insultos racistas dirigidos contra el jugador. La apertura de la pesquisa está a cargo del Departamento de Investigación y Acción Penal (DIAP) de Guimarães, en el norte de Portugal.
El presidente condenó el racismo
El presidente de la Federación Portuguesa de Fútbol, Fernando Gomes, emitió un comunicado de repudia en el que aseguró que hará "todo para que los aficionados que no respetan el fútbol queden definitivamente en la puerta de los estadios".
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, declaró por su parte que "el pueblo portugués sabe, incluso por experiencia histórica, que el camino del racismo, de la xenofobia, y de la discriminación, además de representar la violación de la dignidad de la persona humana y de sus derechos fundamentales, es un camino dramático en términos de cultura, civilización y paz social".
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