El Celta de Vigo calificó de "inmensa chapuza" la reforma de la grada de Marcador presentada la semana pasada por el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, además de criticar el incumplimiento de plazos y la inversión realizada en la reforma de Balaídos.

En un comunicado de prensa, el club presidido por Carlos Mouriño señala que ha constatado la existencia de "numerosas deficiencias" que causarán "innumerables problemas" e "incomodidades" a los aficionados, y pone como ejemplo la falta de protección para la lluvia.

"Esto en un estadio nuevo resulta absolutamente intolerable", denuncia el Celta, para el que la solución adoptada para la unión entre las gradas de Tribuna y Río con Marcador supone "una propuesta estética nefasta".

Conflicto por Balaídos 

El club vigués considera, además, que la reforma debe completarse con "el acercamiento" de la grada "a cuatro metros" del terreno de juego, como se ha hecho en la reforma de Tribuna Baja.

Balaídos

La entidad celeste lamenta el "notable" retraso en los plazos de ejecución de la grada, así como el "millonario" sobrecoste que ha ido acumulando desde que se anunció la reforma integral de Balaídos: "Al final, se perpetrará una gran chapuza que pagarán los ciudadanos cuando el RC Celta ofreció diferentes soluciones para evitarlo", concluye la nota.

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