Ronaldinho Gaúcho, el mago del balón que enamoró al mundo con su eterna sonrisa, vive una jubilación agitada desde que decidió colgar las botas hace dos años.
Tras su traspaso al Barcelona en julio de 2003, el futbolista estuvo cinco temporadas vistiendo la camiseta del conjunto azulgrana. Tras tres años y medio enamorando a cualquier amante del fútbol, su declieve empezó a partir de mitad de la temporada 2006/2007. Fue en la 2007/2008 cuando puso rumbo al Milán. En total, 207 partidos disputados, 94 goles y 56 asistencias.
El astro brasileño acumula problemas con la Justicia de Brasil y ahora también con la de Paraguay, donde permanece bajo custodia policial por ingresar junto a su hermano, el empresario Roberto de Assis Moreira, con supuestos pasaportes falsos.
Hasta allí viajó para promocionar un programa de asistencia médica gratuita de una fundación benéfica, y de paso, para presentar su libro "Genio de la vida".
Pero todo se ha visto ensombrecido por este episodio, más propio de una película que de la vida de una leyenda futbolística retirada, que incluye una trama aeroportuaria, documentación falsa y policías personándose en un hotel cinco estrellas a las afueras de Asunción.
Aunque la trayectoria lejos de los terrenos de juegos de Ronaldinho Gaúcho, que incluso el año pasado fue nombrado "embajador" del turismo brasileño por el Gobierno de Jair Bolsonaro, bien podría encuadrarse en una producción de Hollywood.
Condenado por un delito ambiental el Porto Alegre
Ronaldinho, de 39 años, y su hermano fueron condenados en 2015 por la construcción de una plataforma de pesca y un muelle para atracar barcos en una área preservada de su ciudad natal, Porto Alegre, en el sur de Brasil.
En la época, se negaron a cumplir con la sentencia, que decretó el pago de una multa de 8,5 millones de reales (hoy casi unos dos millones de dólares), ante lo cual el juez del caso ordenó a finales de 2018 la aprehensión de los pasaportes de ambos.
La Justicia brasileña también le embargó varios vehículos de alta gama valorados en unos 200.000 reales (45.000 dólares), una obra de arte y bloqueó hasta 57 inmuebles.
El exjugador de Barcelona, Milán y Flamengo, entre otros clubes de Europa y América, finalmente tuvo su pasaporte de vuelta tras cerrar en septiembre de 2019 un acuerdo con las autoridades para depositar 6 millones de reales (1,4 millones de dólares) por los daños ambientales causados.
Deuda millonaria por el impago de impuestos
El campeón del mundo con la Canarinha en 2002 también tuvo problemas con la Alcaldía de Porto Alegre por el impago de numerosas cuotas referentes a los impuestos sobre bienes inmuebles y la recogida de basuras.
En total, acumuló una deuda de casi 10 millones de reales (unos 2,2 millones de dólares) por el impago de esos dos tributos, lo que le convirtió, según afirmó entonces el Fisco de Porto Alegre, en el mayor deudor de la capital del estado de Río Grande do Sul.
Tras una negociación con el Ayuntamiento, acordó pagar la abultada deuda en cerca de un centenar de cuotas para archivar así los procesos en curso en la Justicia por este caso.
Enjuiciado por patrocinar una pirámide financiera
En otro frente abierto, Ronaldinho será enjuiciado en una acción civil colectiva que demanda 300 millones de reales (unos 135 millones de dólares) por daños morales y materiales en relación a una investigación por promover una pirámide financiera.
El exjugador es sospechoso de haber participado en una estafa a través de la compañía 18kRonaldinho, que ofrecía falsas ganancias del 2 % al día a quienes invirtieran un mínimo de 30 dólares en monedas virtuales (bitcoin).
"Mercado digital de CRIPTOMONEDA ahora en 18kRonaldinho, con imagen y credibilidad de los mayores jugadores de todos los tiempos. Ganancias de hasta el 2 % al día, pagos de hasta 400 % del capital invertido", reza el anuncio que aún se puede leer en la página web www.18kronaldo.com.
La demanda, que fue aceptada por la Justicia en febrero de este año, reúne a 150 personas de diferentes partes de Brasil que habrían sido víctimas de esta presunta estafa.
La empresa, en la que el exfutbolista aparecía como "embajador", nació originalmente como comercializadora de relojes y joyas, pero después, según la Fiscalía, se fue alejando de ese negocio y pasó a concentrarse en las criptomonedas.
Ronaldinho fue convocado en octubre del año pasado por la Cámara de Diputados de Brasil para dar explicaciones por ese escándalo.
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