Se daban cita en la capital del Turia este martes 10 de marzo el Valencia y el Atalanta para disputar el duelo de vuelta de los octavos de final de la Champions League. Parecía que 'todo el pescado estaba vendido' tras el 1-4 en la ida, pero se vio todo un espectáculo de goles en Mestalla, aunque la afición se quedó sin verlo en directo.
Por la amenaza del coronavirus, el encuentro se disputó a puerta cerrada. Servicios mínimos para su ejecución y retransmisión por la televisión, pero ni un alma sentada en las gradas de Mestalla. Pese a esta situación excepcional, los equipos se emplearon a fondo y el choque finalizó con un 3-4 en el marcador, con la estratosférica actuación de Ilicic, poker incluido.
El fútbol era lo más importante. Mucho en juego. Ni más ni menos que un pase directo a los cuartos de final de la máxima competición continental. Pero era difícil obviar que no había aficionados en las gradas, ese aliento que tanto bien hace a los futbolistas, sobre todo con un billete para la Champions en disputa.
Pero no. Ni aficionados del Atalanta ni del Valencia accedieron al interior de Mestalla. Pero eso no impidió que tantos los seguidores de uno como de otro equipo se dieran cita en las inmediaciones del estadio che para dar un último aliento a los suyos antes de disputar el encuentro.
Regate a las normas
Más que normas, recomendaciones. Los seguidores del Atalanta viajaron hasta España pese a ser Italia uno de los países con más riesgo de todo el mundo. Allí se han suspendido las clases y cualquier actividad que reúna a un número importante de personas. Por ejemplo, la Serie A ha quedado suspendida hasta el 3 de abril.
Eso no impide que los equipos transalpinos jueguen competición continental, por el momento. De hecho el Atalanta ha accedido a los cuartos de final de la Champions y sus aficionados llegaron a España para animar a los suyos aun sabiendo que no entrarían al estadio y también con el riesgo que conlleva el desplazamiento por el coronavirus.
Pero no solo los aficionados del Atalanta se reunieron en Valencia, también los seguidores del conjunto blanquinegre acudieron a Mestalla para animar a los suyos a la llegada al estadio.
A partir de las 6 de la tarde, tres horas antes del comienzo del choque, los aficionados del Valencia comenzaron a congregarse en la Avenida de Suecia. Unos tres mil seguidores blanquinegres recibieron al autobús a las puertas de Mestalla. "Sí se puede" y "a por ellos" cantaban los ches.
Un acto irresponsable después de que tanto los gobiernos de Italia como de España hayan tomado un paquete de medidas para evitar el avance de la pandemia. De hecho, los vuelos al país transalpino se han cancelado por lo que ahora se plantea la duda de cómo volverán todos esos aficionados italianos a su casa.
Recomendación para evitar aglomeraciones y aún así los seguidores de ambos equipos se saltan todo a la torera para ponerse en riesgo no solo a ellos, sino al resto. De hecho, en la propia Valencia han anunciado que se aplazan Las Fallas por el coronavirus.
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