El Barcelona no será campeón si La Liga de fútbol se suspendiera: es la decisión más justa. Esta cuestión ha suscitado muchas conjeturas y disputas en los últimos días. Por fortuna, la solución adoptada por la Federación es la más ajustada al espíritu del deporte, de la propia competición y de los derechos de los equipos.
En la esencia del deporte late la igualdad de los contendientes. Por eso, se prohíbe el dopaje, se regulan los fichajes con plazos, los presupuestos con cifras, la expedición de las licencias y las sanciones de las normas disciplinarias se cumplen a rajatabla. Para que todos conozcan de antemano la normativa y se cumpla a rajatabla.
Con este mismo propósito, el de la igualdad, la mayoría de los deportes han implantado medios para dilucidar los resultados con la mayor precisión posible. El VAR del fútbol ha estado precedido por las fotos en la meta del atletismo y ciclismo, el ojo de halcón del tenis, el cronometraje centesimal en natación y un sistema de vídeo en los deportes estadounidenses, en el rugby y en el baloncesto europeo.
La propia competición tiene como fundamento un sistema que varía en función del campeonato. La Liga es diametralmente opuesta a la de Campeones, a la Copa y a la Copa del Mundo, basadas en eliminatorias: son los torneos del K.O. En cambio, la regularidad es el principio que ordena la ligas. Una puntuación desde el primer hasta el último partido y a doble vuelta. Dejar el camino a medio recorrer quebraría la equidad, puesto que no se completaría el cuadro de “todos contra todos, ida y vuelta”, y habría clubes perjudicados por la alternancia de jugar como local y visitante. Y hasta por no recibir a los más taquilleros.
En cuanto a los derechos de los clubes, hoy sigue vigente el que tienen todos a que la competición se complete. Además, los equipos fundamentan la configuración de las plantillas y la preparación de la temporada con el foco colocado en los meses que vienen. En su contra, sólo se puede oponer la trayectoria de los clubes en la presente temporada, sólo una presunción, lejos de ser un derecho consumado.
También en baloncesto el club azulgrana es el actual líder de la Liga Endesa, pero aún sería más descabellado pensar que se le otorgara tal condición. Como la Euroliga, termina con una fase de eliminatorias en las que los equipos se juegan en unos partidos el destino del campeonato. Para bien o para mal, este deporte decidió dilucidar todo en el último mes. Sin ir más lejos, en las temporadas 2016-17 y 2017-18, cuando primero el Fenerbahce y luego el Real Madrid conquistaron la máxima competición en Europa, fueron ¡quintos! en la llamada liga regular. Las competiciones, o terminan tal y como fueron configuradas, o no son competiciones.