Italia sufrió en primer lugar los estragos que causaba el coronavirus en Europa de forma muy dura. Las cifras de infectados y fallecidos continúan aumentando, mientras que también crecen al mismo ritmo los gestos solidarios a lo largo de todo el país. Los clubes no han sido ajenos a la realidad que se vive y, en especial, es la Roma uno de los grandes equipos que más iniciativas está llevando a cabo.
La escuadra giallorossa ha dado comienzo a una campaña para que sus socios mayores de 75 años, que se encuentran entre los grupos sociales más afectados por el Covid-19, tengan todo lo que necesitan a su alcance pese al confinamiento. Y, además, la Roma también ha impulsado una bonita actividad en sus redes sociales, homenajeando a aquellos de sus aficionados que luchan a diario con el coronavirus.
Este es el caso de Francesco Deodati. El médico nacido en Roma el 19 de abril de 1983 es un gran aficionado del club romanista y para él fue una auténtica sorpresa ver su imagen en las redes sociales del equipo de su vida. Fueron sus amigos los que enviaron su foto para que él también fuese uno de los protagonistas de esa campaña de la Roma para homenajear al personal sanitario.
EL ESPAÑOL ha podido hablar con Francesco Deodati, quien trabaja desde junio del 2016 en el Hospital Infanta Cristina de Parla (Madrid). El médico italiano se formó en Roma, pero después de acabar la carrera se vino a España en 2010, hizo el MIR y se especializó en Medicina Interna. Ahora es uno de esos héroes que se ponen en primera línea de guerra para intentar vencer al coronavirus.
Tu imagen se ha hecho famosa por un tuit de la Roma. ¿Qué pensaste cuando lo viste?
Me resultó gracioso, la verdad, es que no me lo esperaba, pero al menos me consiguió sacar una buena sonrisa. Luego cuando vi la cantidad de mensajes en mi móvil, de parte de mis amigos y mis familiares me dio un poco de vergüenza, pero ya pasó… Si sirve para una buena causa como es sensibilizar a la gente, ¡bienvenido sea!
¿Jugaste de pequeño en la Roma, algún contacto para ese bonito homenaje que te ha hecho el club?
¡Ojalá! Nunca fui tan bueno como para llegar a jugar en la Roma …. La AS Roma lanzó una campaña dirigida a homenajear al personal sanitario que está expuesto al Covid-19 en todo el mundo. Mis colegas tenían esa foto en un grupo de WhatsApp y la enviaron a la Roma sin que yo me enterara, y así he acabado en el timeline de Twitter.
¿Qué significa para ti la Roma?
Para mí es una pasión desde pequeño, aunque mi padre siempre ha sido simpatizante de la Lazio. Empecé a engancharme gracias a un amigo de mi hermano mayor, a principios de los 90'. Aquella era una Roma muy humilde, 'obrera' come decimos en Italia, pero con jugadores de talento como Voeller o los gemelos del gol Balbo y Fonseca, Giannini, etc. Luego mi pasión fue a más hasta que consiguió el título de liga, el ansiado Scudetto, que la Roma ganó en el 2001 gracias a una racha mágica y a unos cracks como Batistuta, Cafu, Totti, Montella… A pesar de mi distancia, sigo viendo todos los partidos de la Roma, excepto cuando estoy de guardia.
¿Y el fútbol?
Es un deporte de equipo muy bonito, un poco como la medicina: si juegas por ti nada más no conseguirás nunca nada, ni para ti ni para tu equipo. Me gustan mucho las fases finales de eliminación directa de la Champions League, por su imprevisibilidad. Y me sigue gustando mucho ir al campo a ver los partidos, llegar una hora antes del comienzo del partido y respirar el aire de ese ambiente eléctrico.
Hablando de ti, ¿cuándo y por qué decidiste venir a España a trabajar?
Me vine a España en 2010, había acabado la carrera hacía poco tiempo y vivía un momento un poco extraño. Había empezado haciendo sustituciones de médicos de primaria pero no sabía muy bien qué quería ser 'de mayor', qué especialidad coger, etc. Luego conocí a una chica española y me presenté al MIR en España y saqué una plaza de Medicina Interna en Sevilla. Diez años después aquí sigo.
Eres uno de esos héroes que están en primera línea de batalla, ¿cómo estás viviendo esta difícil situación?
Siguiendo la analogía bélica, estoy de acuerdo con que en los hospitales se juega una batalla fundamental, pero la guerra se ganará fuera del hospital, respetando al pie de la letra las restricciones, y quedándonos todos en casa, evitando cualquier tipo de contacto.
Por otro lado es verdad que ahora los médicos hospitalarios somos el foco de la atención, pero me gustaría subrayar el trabajo que hacen los trabajadores sanitarios de las residencias, de primaria, los celadores, las auxiliares y el personal de limpieza, que no salen tanto en los medios pero velan más que nadie por nuestros pacientes.
Imagino que está siendo durísimo, ¿cuántas horas estáis trabajando y cómo son los tiempos de descanso?
Ahora mismo sinceramente no me paro a pensar en cuántas horas estamos trabajando, ya habrá tiempo para echar cuentas. Tenemos muchos compañeros de baja por el virus y hay que intentar cubrir los turnos como sea. Cuando salgo del hospital intento desconectar, aunque no siempre es fácil. Me ayudan la música, cocinar y leer.
¿Cuál es tu mejor premio en estos días tan duros?
En primer lugar me alegra mucho que los enfermos y sus familias estén plenamente concienciados de la situación que estamos viviendo. Las medidas de aislamiento, la restricción de visitas a priori se antojan como disposiciones difíciles de respetar, sin embargo, estamos recibiendo una retroalimentación positiva tremenda. Así es mucho más fácil trabajar, y escoger las mejores estrategias terapéuticas.
Por otro lado como es evidente, dar de alta a un paciente curado es obviamente el mejor regalo que te pueden ofrecer estos días.
Ahora estás en España, ¿cómo te llega todo lo sucedido tanto en nuestro país como en el tuyo?
Al principio fue una sensación extraña, leyendo las noticias que llegaban de Italia y hablando con mis contactos me alarmé bastante y fui avisando a varios compañeros médicos y amigos españoles que desgraciadamente la emergencia italiana la íbamos a vivir también aquí, en nuestra piel. Varios me miraron como si estuviese de broma y me tacharon de "alarmista". Me hubiese gustado estar equivocado. A partir de ahí, he tenido la sensación de un 'déjà vu'. Las manifestaciones, los partidos de fútbol, y luego el cierre y el colapso sanitario. Todo esto ya se había vivido con diez días de antelación en Italia.
En estos momentos, ¿qué tal se lleva estar separado de los seres queridos?
Estoy constantemente en contacto con mis padres, mi hermano y mis amigos que viven en Roma. No sé si estoy más preocupado yo por ellos o ellos por mí. Pero he decir que gracias a la tecnología se hace más llevadero. En cuanto termine todo esto, lo primero que voy a hacer va a ser coger un vuelo e ir a darles un abrazo.
El Atalanta – Valencia ha llegado a definirse como "una bomba biológica", ¿crees que fue una imprudencia que se disputase?
No soy un experto en este tema, no soy un epidemiólogo, pero desde luego que las cosas se podían haber hecho de otra manera. Bérgamo es una de las provincias más afectadas a nivel europeo, tanto en el número de contagiados respecto a su población total, como en el número de víctimas. Es difícil decir qué impacto ha tenido ese partido, pero el sentido común nos hace pensar que era mejor que no se hubiese disputado.
En tu opinión, ¿hubo que cerrar antes los estadios o parar la competición?
Yo creo que no existe el deporte a puerta cerrada. Es un momento de alegría colectiva que tiene sentido si los aficionados participan activamente. Por ello creo que con el Calcio ya cerrado, la última jornada de liga que se jugó, la del 8 de marzo, se debería haber anulado.
¿Crees que será posible reanudar las competiciones nacionales y continentales y que acaben los torneos ya iniciados?
No, me parecen muy acertadas las decisiones de posponer la celebración de la Eurocopa y de los Juegos Olímpicos al 2021. Las grandes ligas de fútbol deberían de seguir ese ejemplo.
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