Iñigo Martínez cree que "una final" de la Copa del Rey sin público en las gradas "no puede ser" ante lo histórico del enfrentamiento entre el Athletic Club y la Real Sociedad, por lo que cree que ni se debería plantear a pesar de lo complicado que ha dejado disputarla con aficionados en las gradas la pandemia de coronavirus Covid-19.
"Tanto los clubes como los jugadores descartamos esa opción totalmente. No puede ser una final sin nuestro público, no sería igual. Sería extraño y no lo barajamos. Esperemos que todo cambie y podamos vivir un momento histórico y único en nuestras vidas", dijo el central internacional en una rueda de prensa virutal #desdecasa en la que contestó a preguntas de periodistas y aficionados.
"Nos deberíamos de plantar ahí porque quien sabe cuando vamos a llegar a una final dos equipos vascos", insistió.
Cuando imagina ese partido decisivo, Iñigo, criado en la cantera de Zubieta, tiene claro que "cada uno tiene su estilo" y que se tratará de jugar "cada uno con sus armas" hasta que puedan y que luego, "cuando se acaben las amas". "Habrá que tirar de orgullo y casta, que tenemos de sobra".
"Somos capaces de hacerle frente a la Real en una final. Nos motiva muchísimo e iremos a por todas", avanzó, contrario a la opinión que considera que, debido al desgaste acumulado en lo que iba de 2020, en lo deportivo el parón por el confinamiento le ha venido mejor al Athletic que a la Real.
"Somos un equipo físico y tiramos mucho de eso, pero no nos conviene ni a nosotros ni a la Real. Este parón nos perjudica a todos los equipos", reflexionó.
La Liga, a puerta cerrada
Así como no quiere la final de Copa sin público, Iñigo tampoco desea un regreso a la competición a puerta cerrada porque "jugar sin público no tiene emoción". "Sería muy extraño. No habría intensidad, parecerían partidos amistosos", dijo.
Iñigo se manifestó en la línea de otros compañeros al respecto de una posible rebaja de sueldos por los efectos de la pandemia. "Siempre hemos dicho que estamos para ayudar".
"Los capitanes tienen una relación muy buena y fluida con la directiva y cuando llegue el momento se tomarán la decisiones. Estamos a la espera de cómo va todo. Esto no es nada bueno, ni para el jugador ni para el club ni para el aficionado", añadió.
Sus sueños
El central internacional, por otro lado, aseguró que su sueño futbolístico "es ganar una final con el Athletic" y que en su día decidió cambiar de equipo porque no se "sentía a gusto, no disfrutaba", en la Real.
"Mi cabeza decía que había que dar un cambio en mi vida y en el Athletic desde el primer minuto confiaron plenamente en mi. Me quería sí o sí y me trasmitió el cariño que necesitaba en ese momento. La garra, la valentía y el coraje que tiene el Athletic me unía más a ellos y ya sabía lo que era del Athletic porque lo he mamado desde pequeño porque soy vizcaíno. Estoy contentísimo de estar aquí, encantadísimo" en un club que "es único, es historia y, obviamente, es una familia".
En ese sentido, confesó que con lo que más ha "disfrutado" en su estancia en Bilbao es con "los de la Copa de este año, partidos para enmarcar" de un Athletic que ha mostrado "solidez, carácter y un pelear hasta el final muy pocos equipos tienen".
Al respecto, recuerda la "emoción increíble" que sintió en el gol de Yuri Berchiche que les clasificó para la final en Granada. "Cuando ya todos esperábamos lo peor. Fue una gozada. El peso que nos quitamos de encima, los pelos de punta, el poder celebrarlo con nuestra afición fue algo único", recordó emocionado.
Iñigo, por último, lamentó que se haya tenido que aplazar la Eurocopa 2020, ya que se "veía con opciones" de disputarla después de haber acudido "a todas las convocatorias" previas. Aunque ve "lógico que se haya parado porque lo importante es la salud de los deportistas y de los aficionados que iban a acudir".
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