La crisis del Barcelona continúa en el plano directivo. Desde el 'Barçagate', los apoyos de Bartomeu han ido disminuyendo hasta que esta misma semana se confirmaban las dimisiones de hasta seis miembros de la Junta Directiva del conjunto blaugrana.
Ahora ha sido un candidato a la presidencia, las elecciones están fijadas para el año 2021, el que ha mandado una carta en la que advierte a Bartomeu de que el club se dirige hacia una "tormenta perfecta".
Víctor Font, quien llegaría a la presidencia del Barcelona con Xavi Hernández como entrenador, lanza tres exigencias a Bartomeu y su actual Junta, que pasó de tener 19 a 13 miembros.
Carta de Víctor Font
"Desde hace tiempo Sí al futur viene advirtiendo a los socios y socias del Barça que el club se dirige de pleno hacia la 'tormenta perfecta': debe sustituir a la mejor generación de futbolistas de la historia, construir y financiar el Espai Barça y competir contra sociedades anónimas con recursos financieros casi ilimitados. Y tiene que hacer todo esto preservando la propiedad del club en manos de los socios y su capacidad competitiva tanto en el fútbol como en todas las secciones.
Si los riesgos eran grandes, ahora son gigantescos: estamos en medio de una pandemia que ha paralizado el planeta y que tendrá efectos que hoy todavía no podemos prever en todos los órdenes de la vida, también en el deporte. Asimismo, hace meses que asistimos a una vergonzosa escalada de capítulos del comportamiento institucional del Club en el que el último oculta la gravedad del anterior, culminada estos últimos días con acusaciones y reproches graves entre directivos, y seis dimisiones de golpe. Justo en el momento en que la única prioridad debería ser hacer salir al Club de esta crisis, la presidencia anuncia una nueva remodelación de la Junta Directiva para mantenerse en el poder. Ahora lo que está en riesgo es el mismo Barça.
El mal no viene de ahora: hemos vivido la condena al club por el caso Neymar, las desavenencias hechas públicas entre empleados y jugadores con ejecutivos y directivos, y la auditoría del caso de las redes sociales, que parece confirmará el escándalo. Sumémosle una política deportiva errática, la descomposición de la Junta Directiva y la reducción importante de ingresos a causa de la pandemia, y el resultado es el peligro de quiebra económica y quiebra moral en la que el club se ha instalado. Game over.
Hay que empezar de cero. El modelo de gestión que en los últimos años nos había permitido ser el mejor club multideportivo del mundo ya no sirve. La falta de transparencia, el facturar más que nadie pero gastar todo, y el tener que vender o intercambiar jugadores en el último minuto de cada temporada para cuadrar unas cuentas exprimidas es insostenible.
Desde Sí al futur hemos sido siempre partidarios de la estabilidad institucional. Y no es una frase: cuando estalló la pandemia, contactamos con el presidente Josep Maria Bartomeu para ponernos a su servicio e intentar hacer un frente común durante estas semanas. Pero el presidente optó por hacer una huida hacia delante, como si esta fuera una crisis cualquiera. Y no lo es.
En condiciones normales, la gravedad de los hechos habría provocado que Sí al futur pidiera dimisiones y la convocatoria inmediata de elecciones anticipadas.
Sería una irresponsabilidad no hacerlo. Pero con el país confinado y sin saber cuándo volveremos a la vida normal, es prácticamente imposible recoger firmas, presentar candidaturas, hacer campaña y abrir las urnas este verano. Y como, además, el club ha dilatado tanto como ha podido el uso de mecanismos de
participación electrónica de los socios en las grandes decisiones de la entidad, ni siquiera es realista articular una moción de censura con efectos legales para denunciar la acción de gobierno injustificable que estamos sufriendo.
Y esto es grave, porque en los próximos meses habrá que tomar decisiones importantísimas que definirán el devenir de la Institución. Y hay que asegurar que estas decisiones se tomen en un contexto de estabilidad y con un proyecto muy sólido que las apoye - requisitos que ahora no se dan. La reformada Junta Directiva, que nace sin autoridad y credibilidad, no puede esconderse detrás de la pandemia y tomar decisiones que puedan hipotecar el futuro del club.
Por todo ello, exigimos a la Junta Directiva que:
1. Explique de manera totalmente transparente la situación económica y la deuda total del Club y en qué medida esta deuda limita el plan de acción a corto plazo.
2. Retrase la toma de todas aquellas decisiones estructurales que no sean imprescindibles, dado que no sabemos a ciencia cierta cuál será el impacto del coronavirus en la vida y la economía del Club. Es vital aplazar la decisión sobre el Espai Barça hasta que la nueva Junta Directiva sea elegida.
3. Ofrezca la máxima prudencia y transparencia a la hora de realizar operaciones (inversiones y ventas) con jugadores.
Sí al futur se compromete a ejercer un control estricto y permanente del cumplimiento de estos requerimientos.
La administración del club necesita una transformación en los despachos que sea tan valiente, creativa, innovadora y exitosa como la que Johan Cruyff hizo en el césped. Y esta transformación es posible, porque la potencia del Barça es enorme. Pero, para conseguirla, necesitamos aglutinar al mejor talento disponible entre los barcelonistas y la implicación directa de los deportistas que han protagonizado el mejor Barça de la historia. Sí al futur ofrece un proyecto honesto, abierto a la participación de socios y socias y comprometido con la sociedad y el país. Un proyecto que nos devuelva la confianza de sabernos bien representados por el gobierno de la Entidad y nos haga sentir la satisfacción por el juego, la felicidad por las victorias y el orgullo de pertenecer al mejor club del mundo".
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