Casos como los de Raúl Albentosa (Valencia, 1988) suelen ser 'extraños' hoy en día. Pocas personas deciden rescindir voluntariamente su contrato, sabiendo que uno pierde dinero, con una empresa -en su caso con un equipo de fútbol-.
El jugador nacido en Alcira, que estuvo en equipos como el Cádiz, el Eibar, el Derby County, el Málaga o el Deportivo -donde sufrió un descenso, además de rescindir también su contrato voluntariamente-, decidió poner rumbo la temporada pasada a Bulgaria para jugar con el CSKA Sofía.
Tras una última etapa bastante dura en España, Albentosa cambió de aires el verano del año pasado junto a su familia para firmar por dos años con el conjunto búlgaro. Desde el primer día se hizo hueco en el once titular, además de ser nombrado capitán.
"El cariño que he notado y me han dado ha sido increíble. Desde el primer momento el dueño del club se ha interesado siempre por mí, ayudándome en todo. Yo ahora, ante una crisis tan grave como esta, no les podía fallar y tenía que devolverles ese favor. Me llamaron y me dijeron que debido al coronavirus había que tomar soluciones ya que si no había muchas posibilidades de que desapareciese. Ahí fue cuando decidí comentarles que rescindía mi contrato para ayudarles, sin cobrar lo que restaba de temporada y la siguiente", cuenta en una entrevista para EL ESPAÑOL.
Recién aterrizado de Bulgaria, Albentosa se encuentra confinado en su domicilio de Salamanca junto a su mujer e hijos con posibilidad de negociar y fichar por cualquier equipo para poder volver a jugar al fútbol cuando el Covid-19 lo permita.
¿Cómo te encuentras debido al coronavirus y al confinamiento en España?
Vine hace nada a España con un vuelo privado desde Bulgaria por respeto a la pandemia y gastándome 20 veces más que en un vuelo normal, tal y como hizo mi familia. Decidí tomar esta decisión por respeto a la gente y a mis hijos, ya que el Covid-19 es un virus muy contagioso.
La situación aquí no tiene nada que ver con la de Bulgaria. Ahí no hay muchos contagios y muertes ya que estuvieron rápidos y llegaron a tiempo al ver todo lo que estaba ocurriendo en países como Italia o España.
¿Había alguna medida en Bulgaria?
Sí. Por ejemplo, algo que me parece bastante bien, es que los mayores de 60 años solo pueden ir al supermercado y a la farmacia de 08:30 a 10:30 horas. Yo un día fui en se horario y me dijeron que no podía.
Lo que he visto también es que entre los búlgaros se tienen mucho respeto, sobre todo a la gente mayor. Eso es de admirar porque son los que te han criado.
¿Qué tal en tus 10 meses en Bulgaria?
Al principio uno duda de tener una aventura así, pero ha sido espectacular todo. Venía de temporadas malas en España y necesitaba salir fuera. Estoy muy agradecido a toda la gente del equipo y lo mismo con el colegio donde iban mis hijos. Ha sido todo increíble.
Acababas contrato el año que viene, pero decidiste rescindirlo sin cobrar nada de este año y del siguiente, ¿por qué?
Recibí la llamada de los dueños y me contaron que el club estaba pasando por una situación económica grave y que podía tener consecuencias malas, ya que si todo seguía igual el equipo podía desaparecer, algo que era bastante probable. Me dijeron que se iba a tener que reducir salarios y rescindir contratos. Yo ahí, como capitán y sabiendo que era uno de los que más cobraba, decidí decirles que iba a rescindir mi contrato y no cobrar nada de este año y del siguiente.
¿Por qué tomaste esa decisión?
Yo siempre he sido de ayudar a la gente. Siempre me han tratado bien y quise tener un gesto bonito hacia ellos. Perdí dinero sí, pero lo hice para evitar su desaparición. Era necesario ayudar a la entidad a mantenerse en pie y salir hacia adelante. La historia, el escudo y la afición están por encima de todo.
Yo, por ejemplo, siempre he preferido ganar menos dinero o tener menos tiempo de contrato e ir subiendo peldaño a peldaño hasta llegar a mi meta que era Primera División. Está claro que tenemos que ganar dinero, es nuestra profesión, pero la situación requería hacer lo que hice. Prefiero no cobrar este año y el siguiente y buscar otro sitio, ya que si ahogas al club, que así estaba debido al coronavirus, acaba desapareciendo. La gente que lleva siendo toda la vida del club, los aficionados de este club histórico no pueden dejar de animar a su equipo porque unos futbolistas no han querido ayudar al equipo. Era lo menos que podía hacer por ellos.
¿Cómo gestionan los dueños el club?
El 90% del club lo maneja ellos con el dinero de sus empresas y no podían hacer frente al gasto de muchísimos jugadores. Los dueños me contaron que de 16 extranjeros que éramos, él tenía que reducir el salario a casi todos porque si no era todo muy difícil para salir adelante.
¿Podrías volver algún día?
Esa puerta se ha quedado abierta. Les estaré eternamente agradecidos y sabiendo que aún me quedan varios años jugador al fútbol nunca se sabe. Ahora intentaré buscar algún equipo. Estoy libre y puedo negociar con quien para volver a disfrutar de este deporte.
¿Te hubieses sentido culpable por no rescindir y que el club desapareciese?
Desde luego. Jamás se aprovecharon de mi y yo no iba hacer eso.
¿Esta crisis provocada por el coronavirus va hacer que haya equipos que desaparezcan?
Sí. A los equipo modestos les va a costar mucho. La economía ha bajado, pero hay gente con mucho dinero que debería salir para ayudar a esos equipos. En mi caso, si el equipo de mi pueblo fuese a quebrar y desaparecer, intentaría ayudar lo máximo posible.
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