Con el objetivo de volver a reanudarse los entrenamientos y las competiciones, el CSD ha planteado los tres escenarios posibles con el objetivo de que todo vuelva a la normalidad.
El Consejo Superior de Deportes remitirá en las próximas horas al Ministerio de Sanidad un protocolo sanitario en el que desarrolla los pasos para reanudar la actividad deportiva profesional para los deportistas de élite.
"Los objetivos serían, para las ligas, jugar a puerta cerrada (y terminar las competiciones) y para los deportistas individuales, retomar su actividad profesional, como en cualquier otro trabajo (algunos con perspectiva olímpica a medio plazo)". Los tres escenarios posibles que contempla el CSD son los siguientes:
Motivos para reanudar la actividad
Normalización de la vida cotidiana: La suspensión de las competiciones es una anomalía histórica, con precedentes sólo en periodos de guerra. Volver a jugar partidos profesionales de fútbol y baloncesto a puerta cerrada permite emitirlos por televisión. Verlos en casa nos devuelve a la normalidad. Los espectadores del fútbol (y otros deportes -baloncesto-, en menor medida, y una vez se reactiven) son millones. También contribuye a fortalecer el espíritu colectivo en la última fase del confinamiento: por un lado, familias, residencias de mayores, centros de menores e inmigrantes; por otro, centros penitenciarios.
Reputación de España: Las dos marcas españolas más conocidas internacionalmente son el Real Madrid y el FC Barcelona. En el deporte mundial, están entre las diez más valiosas e influyentes. Que la liga española (una de las dos mejores del mundo) se reanudara, repercutiría positivamente en nuestra reputación. Idear protocolos de juego sanitariamente seguros nos situaría en la vanguardia de sanidad deportiva.
Representación internacional: Los DAN (deportistas de alto nivel) son un “bien nacional”, como representantes de España en las competiciones internacionales, incluidos Juegos Olímpicos. Esto tiene gran relevancia política: al reanudar su entrenamiento, ayudamos a que cuando ejerzan esa representación de España lo hagan en mejores condiciones. Además demostramos ser conscientes de su simbolismo para el país.
Problemas económicos: un rescate público-privado. El fútbol representa un 1,4% del PIB aproximadamente, y unos 185.000 empleos (directos, indirectos e inducidos), según La Liga. En la era post-covid, el fútbol ha de convertirse en la locomotora del deporte. Será necesario un rescate económico al conjunto del deporte, pero puesto que no habrá recursos públicos para todos, el único colaborador privado que podría aportar es el fútbol: conviene cuidar ese papel de socio en la salida de la crisis del sector. Los clubes son agentes económicos, y también depositarios de sentimientos de pertenencia: lo mismo cabe decir de las distintas selecciones españolas, cuyos jugadores se nutren de los clubes.
Entrenar es un trabajo: Para los deportistas profesionales, su trabajo es entrenar, por tanto, cuando se permita a la gente reanudar la actividad laboral, ellos pueden con justicia reclamar volver a la suya, que es el deporte.
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