A principios de año, la prensa británica especuló con la posibilidad de que un Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí comprase el Newcastle a Mike Ashley. Además de ser el dueño del Newcastle, Ashley es también el director ejecutivo de Sports Direct, la compañía de artículos deportivos más grande del Reino Unido.
La jugada de comprar el Newcastle le salió rana desde el principio. Su fortuna está valorada, según la revista Forbes, en 2.600 millones, pero el proyecto dentro del mundo del fútbol no le ha convencido, tanto es así que tan solo un año después de comprar el club ya intentaba deshacerse de él.
Lo que hace unos meses era un rumor, con el paso de las semanas ha ido cobrando forma. Daily Mail informó que el acuerdo puede rubricarse incluso el próximo mes de mayo. Mike Ashley conseguirá el objetivo de vender el club y enriquecerse aún más, mientras que el comprador colocará al Newcastle como la institución futbolística más rica.
Ese comprador no es otro que el Fondo de Inversión Pública de Arabia Saudí. La figura que está detrás de este es el príncipe Mohammed Bin Salman. 444 millones de dólares es la cifra que pondrían los árabes sobre la mesa para adueñarse del Newcastle.
Todo ello ha hecho que diferentes organizaciones hayan alzado la voz debido a que existe la posibilidad de que se haya atentado en Arabia Saudí contra los derechos humanos y que Bin Salman quiera comprar el Newcastle para "blanquear el régimen de Arabia Saudí".
beIN Sport también advirtió que la participación del país en la piratería de los partidos de la Premier League podría hacer que retiren el dinero que recibe la Premier por la venta de derechos internacionales.
Una crítica más
La viuda del periodista Yamal Jashogyi, crítico con el gobierno saudí y torturado y degollado en la embajada de Arabia Saudí en Estambul en octubre de 2018, mostró su rechazo a esta operación financiera.
Hatice Cengiz envió una carta mostrando su indignación incidiendo también en los estatutos de la Premier League, que impiden que un club sea controlado por una persona que haya participado en alguna conducta que supusiese un delito si hubiera ocurrido en el Reino Unido.
"El negocio no es sólo para el príncipe heredero y las autoridades saudíes, sino para evitar a la justicia y un acto desmesurado. Arruinaría la buena reputación de la Premier League, ya que esta adquisición repararía la posición internacional de las autoridades saudíes en el panorama internacional".
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