Todo apunta a que La Liga se podrá terminar. Este jueves, Sanidad daba luz verde a hacer los test y la vuelta de los entrenamientos a partir del 4 de mayo y lo siguiente será que apruebe el regreso de la competición. Se calcula que el reinicio tendría lugar a mediados de junio y por delante quedarían por disputarse todavía once jornadas con todo por decidir. Una mini-liga o liga 'exprés' que no dará un respiro a nadie.
La Liga se jugará con partidos cada tres días y los equipos y jugadores esperan contar con cinco o seis semanas de preparación. Esta será de manera escalonada, por lo que para ver otra vez a los grupos entrenar todos juntos se podría tener que esperar hasta dos semanas antes de la reanudación de la competición. Hay varias claves de cara a esta liga 'exprés' que los equipos deberán tener muy en cuenta.
Todo empieza de cero
Lo primero es que todo vuelve a punto de casilla. Daba igual el momento en el que estuviera de forma cada equipo y los últimos resultados. Todos partirán de cero y tendrán por delante once partidos para conseguir sus objetivos. Todo un reto mental para los protagonistas, que no podrán ir haciéndose al ritmo paulatinamente como en cada inicio de temporada. Volverá el fútbol y de sopetón lo hará en la jornada 28.
El hecho también de que sean solo once jornadas, una mala racha o un mal 'arranque' puede ser mortal para un equipo. De hecho, se podría ver algún que otro inicio inestable lo que 'ayudará' a ver resultados inesperados que en condiciones normales hubiera sido más difíciles de ver.
A puerta vacía y con calor
El factor que más impresionará a los futbolista, puesto que algunos de ellos ya están acostumbrados a jugar cada tres días, será ver los estadios vacíos. El futbolista de Primera División no está hecho para jugar sin público y la cabeza también cobrará importancia en este aspecto. Además, las condiciones de un partido de Liga cambiarán. Se jugará en algunas zonas con mucho calor, propio de los meses de verano en los que tratará de terminar la temporada.
Estrés que afecta a la cabeza...
Otro punto que coinciden en señalar los expertos es el estrés. Los futbolistas no vienen de un periodo de descanso, sino todo lo contrario. A muchos de ellos les podría pasar factura el momento de incertidumbre que se vive y algunos ya se han quejado de que no les gustaría tener que jugar mientras muere gente o con el temor de poder contagiarse y, por ende, contagiar a su familia o amigos. El caso de Fali, del Cádiz, es el más reconocido, pero como él hay muchos otros que preferirían no jugar todavía.
...y al físico
El estrés también puede afectar a los jugadores en forma de lesiones. Ahí también tendrá mucho que ver la preparación que haya llevado o haya podido llevar cada uno durante los meses de confinamiento. En las redes sociales se ha visto a los jugadores más mediáticos realizar casi los mismos ejercicios que habrían hecho en una sesión en solitario con su club.
Pero aquellos a los que les ha pillado la cuarentena sin un gran jardín o confinado en un piso se ha tenido que buscar la vida de otra manera. La 'minipretemporada' que realizarán todos los clubes no es suficiente.
Los jóvenes y nuevas reglas
También hilando con esto último, hay que tener en cuenta que los más afectados serán los jugadores más veteranos. Los jóvenes tienen mayor capacidad para reenchufarse, pero aquellos que superan la treintena y que no han podido llegar a la reanudación con una base individual de trabajo óptima, lo podrían pasar mal. Aunque la FIFA es consciente de ello y trabaja en medidas como permitir hasta cinco cambios. Los que mejor sepan adaptarse a estas condiciones tendrán más posibilidades de triunfar. En esta nueva Liga exprés, fallar no estará casi permitido.
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