Gabri asumió el banquillo del Andorra tras ser ascendido a Segunda B en los despachos, pero fue cesado en febrero de su cargo. Una mala racha de resultados tuvo la culpa, pero el exazulgrana no está conforme con la decisión que tomó la dirección deportiva y, por ende, Gerard Piqué, presidente del club.
"Me costó entender la decisión, que fue, evidentemente, de Piqué. Primero me lo comunicó la dirección deportiva y luego él. Él tenía la última palabra. Profesionalmente, me decepcionó", ha dicho Gabri durante una entrevista en RAC1.
Cree que fue una decisión precipitada y tomada por la exigencia que se asumió al ascender a Segunda B: "Perdí tres partidos y entendieron que debían cesarme. Me dijeron que no me veían capaz de revertir la situación para meter al equipo en playoff. Ese equipo se había hecho en dos semanas, estaba diseñado para jugar en Tercera e intentar luchar por el ascenso a Segunda B".
Expectativas muy altas
Y añadió: "Subimos, pero hasta a los jugadores que fichamos se les dijo que incluso podrían sufrir para no bajar. En los primeros partidos se daba por hecho que el Andorra estaría en la zona baja de la tabla. Pero luego fuimos líderes durante cuatro jornadas y fuimos el tercer equipo de la tabla que más veces fue primero. No son números malos para un equipo que acababa de ascender y que llevaba 20 años sin estar en esa categoría. Se llegó a pensar que subir de Segunda B a Segunda A era fácil".