Los árbitros también se han tenido que adaptar al nuevo fútbol. El regreso de La Liga tras el parón por la pandemia del coronavirus ha obligado a los colegiados a tener que mantenerse activos desde sus casas, una cuestión complicada porque no todos tienen las mismas facilidades. Aún así han conseguido llegar a tiempo para estar en la mejor forma posible en este reinicio de la competición.
El Comité Técnico de Árbitros de la Real Federación Española de Fútbol ha mostrado este lunes cómo ha adaptado la Sala VOR para que los colegiados que estén controlando el videoarbitraje desde Las Rozas cumplan con las premisas que ha dado el ministerio de Sanidad para mantener la distancia de seguridad en el trabajo. De esta forma cumplirán con el protocolo que ha establecido este estamento para que la vuelta del fútbol también sea segura para los encargados de impartir justicia.
Carlos Clos Gómez, el director del Proyecto VAR de la RFEF, ha sido el encargado de explicar cómo han dotado de la máxima seguridad sanitaria a los árbitros y a los operadores que trabajan en la Sala VOR. "Las mamparas permiten que no haya ningún contacto entre VAR, AVAR y operadores. Cada una de las salas se va a usar para un solo partido y se desinfectará para el día siguiente", explica el excolegiado internacional.
Los árbitros también han tenido un trabajo extra ya que dos equipos de Primera División no jugarán en sus campos habituales. Levante y Real Madrid jugarán en el Camino Cano de La Nucía y el Alfredo Di Stefano en Valdebebas respectivamente y el CTA ha tenido que certificar y asegurar la conectividad con estos estadios. Clos Gómez ha asegurado que llegarán "a tiempo para poder hacerlo".
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