Júlio Baptista (Sao Paulo, Brasil, 1 de octubre de 1981) dejó el fútbol el 23 de mayo de 2019 tras pasar por equipos como el Sevilla, el Real Madrid -donde ganó una liga-, la Roma, el Málaga, el Orlando City o el CFR Cluj. Actualmente es el entrenador del primer equipo juvenil del Valladolid, donde llegó de la mano de su amigo y excompañero Ronaldo, presidente del conjunto vallisoletano.
Sus primeros pasos en el mundo del fútbol fueron en su tierra natal. Fue ahí donde se hizo un hombre antes de poner rumbo al Sevilla. Mucha culpa de ello la tuvo su madre, ya que para Baptista siempre ha sido un pilar indispensable en su vida.
"Mi madre me ha dado todo. Trabajaba mucho y yo crecí con mis abuelos porque se separó de mi padre, yo no le conozco, y la verdad es que ha sido madre y padre. Todo lo que soy y en lo que me he convertido como hombre se lo debo a ella", comenta el exjugador brasileño en una entrevista para EL ESPAÑOL.
438 partidos como profesional, anotando 126 goles es el balance de un jugador que siempre ha sido querido y admirando en todos los equipos en los que ha estado debido a su profesionalidad. Además, disputó con su selección la Copa América 2007 y el Mundial de 2010 que acabó ganando España.
Su amor por el fútbol hizo que se sacase el carnet de entrenador UEFA Pro (máxima titulación) y, tras pasar por las categorías inferiores del Leganés y entrenar la temporada pasada al Juvenil B del Valladolid, su gran papel en el conjunto vallisoletano hizo que ascendiese para dirigir al primer equipo juvenil blanquivioleta, militante en el Grupo V de la División de Honor.
¿Cómo estás y cómo has vivido estos meses de incertidumbre debido al coronavirus?
Estoy bien y he vivido estos meses de la misma manera. Es una situación poco productiva porque nadie puede llevar la dinámica que tenía. Yo intenté aprovechar la cuarentena para seguir trabajando en lo mio, mejorando y para dejar todo mucho mejor de cara a cuando empiece la próxima temporada.
Poco a poco vamos entrando en la 'nueva normalidad, ¿qué haces ahora?
Trabajar, trabajar y trabajar. Por la mañana entreno y tengo tiempo para mi mujer e hijos. Por la tarde trabajo y voy profundizando en muchas cosas.
Llegaste al Valladolid el año pasado, ¿qué tal tu experiencia en el Juvenil B?
Había trabajado ya seis meses en el Leganés y ha sido mi primer año en otra localidad. La experiencia ha sido y sigue siendo muy buena y he podido entrenar a un equipo bastante bueno con chavales que no han parado de querer aprender. Hemos conseguido con el paso de los partidos mejorar todo y desarrollar la idea que queríamos.
Me apetecería ser algún día entrenador del primer equipo del Valladolid
¿Qué hacías exactamente en el Leganés?
No podía entrenar aún porque no tenía el carnet de entrenador, por lo que hacía de segundo en las categorías juveniles.
Tu gran trabajo en el Juvenil B te ha hecho ascender al primer equipo juvenil que milita en el Grupo V de la División de Honor, ¿cómo lo ves?
El objetivo es seguir creciendo, mejorando y evolucionando. Hicimos una muy buena temporada, plasmando lo que queríamos y todo eso ayudó para que ascendiese. Tenemos una cantera que es muy buena y con mucho talento.
¿Cómo se fraguó tu fichaje por el Valladolid?
Estando en el Leganés me ofrecieron la posibilidad de seguir, pero me llamó Ronaldo y me dio la posibilidad de empezar a trabajar en el Valladolid. Me gustó mucho la idea ya que el Valladolid es un club en crecimiento que quiere mejorar en todos los aspectos. Vi que podía progresar, seguir cogiendo experiencia y mejorando para poder ser algún día entrenador del primer equipo ya que es algo que me apetecería mucho.
¿Cómo definirías la relación con Ronaldo?
Es una relación con mucha amistad, sin ningún interés por delante, y sincera. Por parte de ambos hay mucho respeto y cuando estamos trabajando lo que cuenta es la profesionalidad de ambos.
Haber jugado con Ronaldo y tener una buena amistad con él, ¿ayudó a que confiase en ti?
Depende. No tiene porqué. En un primer momento te puede ayudar, pero luego tienes que demostrar que eres capaz de desarrollar algo bueno y productivo. Si lo haces al final la gente dejará de pensar en Júlio como exfutbolista y lo harán como entrenador.
La Liga regresó este jueves con el Sevilla-Betis y el Valladolid juega contra el Leganés este sábado, ¿cómo ves al primer equipo de cara a poder salvarse?
Los dos primeros partidos son muy importantes y son dos finales. Son rivales directos y no nos podemos dejar puntos. Si conseguimos ganar, tendremos mucho terreno recorrido de cara a las salvación.
Ahora ves el fútbol siendo entrenador, antes lo veías siendo futbolista, ¿qué recuerdas de tu etapa como jugador?
Fue una etapa muy bonita y pasé por muchos equipos. He vivido momentos mágicos, bonitos y he conocido muchas aficiones y compañeros. He logrado dejar una huella en todos los equipos que he estado y he hecho cosas importantes. También he conseguido dejar una puerta abierta en todos ellos por lo profesional que fui y eso ayudará de cara al futuro.
Estuviste dos temporadas en el Real Madrid y ganaste una liga, ¿qué recuerdas de esa etapa?
Es imposible olvidarla ya que fue un sueño. Estar al lado de los jugadores con los que estuve fue algo que me hizo crecer mucho. Eramos como una familia.
¿Sueñas con ser entrenador algún día del Real Madrid?
No sé donde acabaré entrenando en un futuro. Ahora mi principal objetivo es mejorar en el Valladolid y seguir ascendiendo hasta poder convertirme en entrenador del primer equipo ya que conocería muy bien todo. Y por supuesto que me gustaría entrenar al Real Madrid, al Sevilla o al Málaga.
También estuviste varias temporadas en el Málaga llegando a coincidir con Joaquín. Nadie olvida la anécdota que tuviste con él en relación a que uno de los hobbies de Joaquín era jugar al tenis. ¿Qué tal la relación con él?
Es un gran amigo. Tenemos una relación increíble y ese momento fue uno de los más graciosos que me ha ocurrido. Es un gran compañero que me ha dado el fútbol.
Hablando de la familia, ¿qué representa en tu vida tu madre, tu mujer...?
Lo son todo. La familia es lo más importante que existe. Hay momentos donde uno sufre, llora y ellos siempre están ahí. Es lo más bonito que existe.
¿Lo que eres hoy en día es básicamente a tu madre y todo lo que te ha dado cuando eras un niño?
Así es. Mi madre trabajaba mucho y yo crecí con mis abuelos porque se separó de mi padre, yo no le conozco, y la verdad es que ha sido madre y padre. Nunca noté en falta no tener padre porque era cubierta por mi madre. Todo lo que soy y en lo que me he convertido como hombre se lo debo a ella. Es la persona más importante en mi vida y consiguió encaminar mi infancia y mi futuro de una manera positiva, para sacarme de cosas peligrosas y que no acabase en las drogas ni con malas compañías. Siempre me ha enseñado que el deporte es una de las mejores cosas que existe.
Cuando eres joven no sabes cómo es el mundo y la cantidad de personas malas que hay. En Sao Paulo, donde pasé mi infancia, había mucha droga y yo me pasaba mucho tiempo en la calle jugando al fútbol. Esto le daba miedo a mi madre e hizo todo lo posible para que jugase en las instalaciones del Sao Paulo FC. Pasé de jugar en la calle a estar en las instalaciones del equipo. Entrar en el equipo fue mi primer paso para convertirme en jugador profesional. Si mi familia no me hubiese llevado por el buen camino hubiese sido complicado poder llegar a donde llegué.
¿Qué recuerdas de tu retirada?
Es duro siempre para un futbolista decir adiós y fue rara. Me fui a EEUU con la idea de retirarme ahí, moviendo a toda mi familia, pero todo cambió cuando cambiaron al entrenador del Orlando City. No me quería y a mi no me gustaban las formas con las que entrenaba, por lo que acabé yéndome al CFR Cluj. Estuve casi un año, además me estaba preparando para ser entrenador sacándome el título, y el 23 de mayo anuncié mi retirada.
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