La vuelta del fútbol está trayendo consigo muchas peculiaridades en esta situación tan excepcional. Desde calendarios de ligas concentrados en pocas semanas y con partidos todos los días hasta una fase final de la Champions League reducida a once días y en una sola sede. Pero los propios futbolistas también son protagonistas de sus propias particularidades y, como dueños de su futuro, se están viendo reacciones diferentes.
En una temporada normal sería imposible ver a futbolistas no terminar el curso con sus equipos una vez pasado el mercado de invierno. Habría pequeñas excepciones, pero casos muy aislados. Al igual que ningún jugador quedaría libre en condiciones normales de su contrato, que acostumbran a finalizar el 30 de junio con la temporada ya finalizada tanto de las competiciones domésticas como europeas.
Pero el coronavirus y el parón obligado ha trastocado todos los planes para la presente temporada. El calendario se ha extendido hasta julio y agosto. La FIFA no podía modificar la norma para obligar a extender los contratos hasta final de temporada ni frenar los traspasos. Esto ha provocado que se hayan empezado a ver casos, que si bien sorprenden, son reales. El más claro de todos ha sido el del traspaso de Timo Werner.
El Chelsea antes que la Champions
Werner fichaba este jueves por el Chelsea, que pagará 55 millones de euros por su traspaso. El RB Leipzig se desprende de su máxima estrella a solo dos jornadas de acabar la temporada -con puntuar en uno de los partidos certificará su clasificación a la próxima Champions League-. Pero en el mensaje de Werner hacia su nueva afición sorprendía que se citara con ellos en julio, fecha en la que se incorporará al equipo.
El Leipzig no podrá evitar que Werner se una al Chelsea a partir del próximo mes para comenzar a preparar la próxima temporada. Eso significa que no podrá contar con él para la fase final de la Champions. El Leipzig está en cuartos y en agosto tendrá que viajar a Lisboa para luchar desde el día 12 por el título. De hecho, está a solo tres partidos de coronarse campeón de Europa... pero lo buscará sin su referencia en el equipo.
¿El fichaje de Werner adultera entonces la Champions? Hay que tener en cuenta que, si bien los equipos pueden tener bajas, ninguno podrá reforzarse expresamente para afrontar la fase final. Los fichajes se hacen de cara a la próxima temporada. Pero no se puede evitar que un futbolista se marche a otro equipo vía traspaso, con el mercado abierto, y se incorpore a su nuevo equipo antes del final del curso. Lo mismo en las ligas.
¿Y Nolito al Celta?
Este jueves también se anunciaba un fichaje en La Liga, el de Nolito por el Celta. Llega procedente del Sevilla y podrá jugar con el club vigués lo que queda de temporada. ¿El motivo? Porque el Celta podía hacer un fichaje al sufrir la lesión de larga duración de su portero Sergio Álvarez, que debilitaba la plantilla aunque no comparta posición con su reemplazo. Una incoherencia, por otra parte.
Por tanto, se podrían dar más casos como el de Werner y que equipos de Champions o de las ligas más potentes se vean debilitadas antes de conseguir sus objetivos. No será muy habitual. Sí parece que lo serán más los casos de jugadores que acaban contrato el 30 de junio y a partir de dicha fecha dejarán sus equipos sin importar qué hay en juego o cuántos compromisos quedan para terminar la temporada.
Silva y Fraser, las dos caras
En la Premier League se han dado esta semana los dos casos opuestos: el jugador que por compromiso quiere acabar la temporada con su equipo pese a terminar su contrato y el jugador que prefiere terminar el 30 de junio sin firmar una extensión exprés de su contrato. Al primer grupo pertenece David Silva, del Manchester City, y al segundo Ryan Fraser, del Bournemouth.
Silva, por su relación con Guardiola su cariño hacia un club en el que lleva diez temporadas. Un gesto aplaudido por su afición, que le agradece su fidelidad para luchar por conseguir un título hasta el final de la Champions League. No ha pensado lo mismo Fraser, que apenas jugará un par de partidos con el Bournemouth para desvincularse del equipo y pensar en su futuro. Son las dos caras de la nueva normalidad en el fútbol que no gusta a muchos.
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