Los escándalos se han instaurado en Can Barça desde hace ya varios meses. Todo comenzó con el famoso 'Barçagate' por el que Josep Maria Bartomeu habría encargado unos servicios para presuntamente limpiar su imagen como presidente del club y a la vez manchar la de algunos jugadores, como Piqué o Messi, así como también la de ex como Guardiola, Xavi o incluso Puyol.
Supuestamente el club habría pagado a una empresa para gestionar las cuentas que estaría relacionada con otros perfiles que creaban mensajes para poner a la opinión pública en contra de pesos pesados del club y reforzar la figura del actual presidente del Barcelona.
Al revelarse todo el escándalo, se hizo público que se haría una auditoría para esclarecer los hechos. Los resultados de esta se han retrasado por la pandemia del coronavirus, pero este lunes 6 de julio se han hecho públicas las conclusiones del informe realizado por Price Waterhouse Coopersw (PWC).
En su cuenta de Twitter, el club abrió el siguiente hilo: "Las conclusiones del informe de auditoría de la firma PwC son que, en la contratación por parte del club de diversos servicios relativos a la monitorización y análisis de redes, no se encargó ninguna campaña difamatoria contra nadie, y que no existió conducta corrupta alguna".
"También se concluye que el valor de los servicios objeto del proyecto contratado estaban dentro de un rango de precio de mercado. Que, aunque en el contexto de la formalización y renovación de los contratos, no se cumplieron con los protocolos de aprobación internos del club, este proyecto había sido informado formalmente, en diversas ocasiones, a la Junta Directiva. Que los trabajos efectivamente realizados por las empresas proveedoras son incompletos, de acuerdo con el encargo y los servicios contratados", concluyó el hilo en la red social.
Explicación del club
Después de haberse publicado lo anteriormente citado, Josep Vives (portavoz del club) y Román Gómez Ponti (responsable de los servicios jurídicos) comparecieron ante los medios de comunicación. El club ha señalado que tomará las pertinentes medidas legales después de las acusaciones que se han vertido a lo largo de los últimos meses y se exige una rectificación.
"Habrá un requerimiento específico para evitar que se pueda repetir. Algunos proyectos confidenciales y estratégicos se hicieron sin estar normativizados. No se escondió nada a nadie. Era algo harto complicado esconder nada en algo que es analizado anualmente", ha explicado Gómez Ponti.
"No había ningún objetivo extra. La magistrada decidirá lo que tendrá que decidir y lo investigará los Mossos. Los informes dicen que no hay nada más. PwC ha tenido acceso ilimitado a todos los documentos. Lanzar la sospecha (sobre si podían aparecer otras denuncias) es una gravedad que raya la irresponsabilidad", ha añadido sobre la denuncia de un grupo de socios por lo ocurrido.
Sobre quién asume las responsabilidad tras lo sucedido, respondió Josep Vives: "El informe no imputa que el club haya intoxicado contra nadie. La Junta toma nota de las deficiencias de la gestión. La Junta admite que los encargos que se han hecho se deben completar y acabar. Es verdad que el seguimiento no se ha hecho bien. No hay una ilegalidad pero sí una disfunción, y hay que tomar medidas correctoras".
El portavoz del club también habló acerca de si este informe limpia el daño generado a la institución: "Ya sabéis lo que pasa, cuando explota un caso como esta, hay grandes portadas. Sí que es verdad, que durante los últimos meses hemos manifestado un prudente silencio. Han existido graves acusaciones,. Y hemos actuado así, porque ha habido una tercera parte independiente que ha emitido un informe. Y hay un daño institucional muy importante. ¿Se nos podrá restaurar el daño? No lo creo, pero aspiramos a ello. No se nos da la razón en todo, no nos dice que es perfecto. Pero dice que no ha habido difamación, que el precio se ajusta a mercado... Y hay que ponerlo sobre la mesa".
De lo que no tienen dudas en Can Barça es que pese a todo deben seguirse monitorizando las redes sociales: "Sí, y tanto. Forma parte de las obligaciones y la responsabilidad del club. Nos dimos cuenta que se había generado un ataque al club artificial desde las redes sociales e hicimos como hacen las grandes marcas, actuamos. El club decide monitorizar las redes sociales. Y el informe Deloitte corroboró que estaba pasando. Objetivo es proteger la marca, a los jugadores, a los empleados, a los socios y socias. No contratamos un servicio para hacer daño a nadie".
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