Futbolistas en patera: los migrantes que llegaron de África para una vida mejor

El sueño europeo. La migración ha sido una constante a lo largo de todos los tiempos y en los últimos años, estos movimientos han sido constantes de África a Europa. Buscar una vida mejor, alejarse de la máxima pobreza y del hambre. No todos lo consiguen, muchas vidas se quedan en el mar, pero hay algunos que lo logran, como es el caso de Musa Juwara.

A sus 18 años, el futbolista ha sido uno de los nombres propios de la semana en el Calcio. Musa Juwara marcó su primer gol en la Serie A en el Inter de Milán - Bolonia disputado en el Giuseppe Meazza. Hasta aquí podría parecer una historia normal de un joven jugador que logra cumplir su sueño, pero detrás de él hay una trayectoria que bien podría ser la del guion de una película.

Nacido en Gambia en 2001, fue abandonado por sus padres siendo tan solo un niño. Fueron sus abuelos los que le criaron y sin siquiera haber cumplido los 16 años se jugó la vida subiéndose una patera para cruzar el Mediterráneo. Así llegó a la costa de Sicilia y al ser menor de edad acabó en un centro de Potenza. El fútbol era su gran pasión ya entonces. ¿Qué niño africano no sueña con ser el próximo Eto'o?

Musa Juwara celebra con Rodrigo Palacio su gol con el Bolonia ante el Inter de Milán Reuters

El Virtus Avigliano fue el equipo que le dio la alternativa y su entrenador, Vitantino Summa, decidió convertirse en su tutor legal. Allí ganó su primer título, el torneo regional y poco después llamó la atención del Chievo Verona, club en el que logró un nuevo objetivo: debutar en la Serie A. Lo hizo en mayo del pasado 2019. Tan solo unos meses después, y a cambio de 500.000 euros, firmó con el Bolonia.

"Un día para recordar. Feliz en marcar mi primer gol en la Serie A. Quiero dar las gracias al entrenador por creer en mí", escribió en sus redes sociales el futbolista. Tan solo tres años después de abandonar África en patera, Musa Juwara ve despejarse su futuro. Hasta dónde podrá llegar aún no se sabe, pero sí que ha dejado atrás el pasado, que le ha hecho ser quién es hoy en día.

El apátrida Rio Mavuba

Son varios los casos como este. Uno de los más conocidos es el de Rio Mavuba. Su padre también fue jugador en África, pero quería una vida mejor para él y para su familia y por ello se decidió a llegar a Europa junto a su mujer embarazada. Esta dio a luz en el mar y es por este llamativo motivo por el que puso ese nombre a su pequeño.

La patera en la que viajaron llegó a Francia en el año 1984, huyendo de la guerra civil que se vivía en Angola entonces. Fue entonces cuando vino al mundo Rio Mavuba. En su DNI figuró por primera vez un país ya en 2005. Pero antes de eso, su vida no fue nada fácil. Perdió a su madre con tan solo 2 años y a su padre con 12. Ese fue el detonante para que el balón se convirtiese en su mejor amigo. 

Talento tenía, tanto que llegó a jugar en equipos como el Lille o el Villarreal. Pero no solo eso, sino que también debutó con la selección de Francia y llegó a jugar con Les Bleus una Copa del Mundo (el Mundial de 2014), algo que también logro su padre antes que él, aunque este representando a Angola.

Migrantes y futbolistas

Dano Dawiah, Mamadou Traoré, Younousse Diop son otros de los que se jugaron la vida para cumplir un sueño, aunque estos tres no han tenido tanta suerte en la profesión como Rio y Musa. Sus respectivas carreras no han tenido tanto éxito, pero sí que pudieron todos ellos disfrutar del fútbol tras llegar al Viejo Continente en patera. Precisamente, en este mismo 2020 se hizo famoso el caso de Brahim Ben Ouiguemane.

Brahim

El marroquí llegó a España sin haber cumplido la mayoría de edad y eso provocó, como en el caso de Musa Juwara, que se pudiese quedar en sueño español. Cuando cumplió 18 años, tuvo que abandonar el centro en el que había vivido los últimos meses pasó a pasar día y noche por las calles de Barcelona hasta que llegó la Casa Cádiz, un hogar autogestionado, ocupado, que da techo a personas sin hogar en la Ciudad Condal.

Después de un tiempo allí, Brahim cumplió su sueño de convertirse en futbolista tras ser fichado por el Can Clota-La Plana-Can Cervera FC de Esplugues de Llobregat, siendo dado de alta como futbolista profesional en la Federación Catalana de Fútbol. Y no solo eso, sino que también fue fichado por una agencia de modelos.

"Me fui de Marruecos y dejé ahí a mi familia. Tuve que pagar mucho dinero a la mafia para montarme en la patera. Pasé mucho miedo, ya que en medio del mar el mafioso nos dijo que teníamos que tirarnos la mitad, éramos unos 25 chavales, porque la patera empezaba a romperse ya que estaba metiéndose agua y nos podíamos morir todos, cosa que al final estuvo a punto de ocurrir. Nos tratan como a mercancías, dijo Brahim en una entrevista concedida a EL ESPAÑOL.

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