Desde la llegada de los 'petrodólares' al mundo del fútbol, este deporte no ha vuelto a ser el mismo. El mercado se infló, los grandes clubes ya no podían retener a sus grandes estrellas ni tan siquiera a las jóvenes perlas, estos equipos embadurnados en dinero procedente de Oriente Medio dominan sus ligas con tiranía y, en algunos casos, el proyecto ha fallado y se han quedado en la cuneta abandonados. Aún así, a algunos clubes no les queda otra salida que esta para sobrevivir o para volver a ser competitivos. Ese es el camino que parece que cogerá el Olympique de Marsella.

Este histórico club francés ha completado una gran temporada en esta 2019/2020. Ha sido subcampeón por detrás del PSG comandados por un André Villas Boas que quiere volver a ser importante en el fútbol europeo. Aún así, el club ha pasado por varios momentos tensos con respecto a su economía en los últimos años. De hecho, tuvo que llegar el actual propietario, Frank McCourt, en 2016 para arreglar la desastrosa gestión de la familia Louis-Dreyfus.

Puso 50 millones más el dinero de la inmensa deuda que tenía el equipo del sur de Francia. Su inversión fue en incremento hasta tener un proyecto sólido como el de hoy en día, pero, a la vez, había un problema con el nombre de Fair Play Financiero. Actualmente tiene una deuda de 60 millones según este registro que regula la economía de los clubes europeos que se clasifican para la Champions League o para la Europa League.

Álvaro González, en un partido del Olympique de Marsella om.fr

En un año normal, el Marsella habría sido suspendido y no podría jugar la próxima temporada la Champions. El coronavirus hizo que las pretensiones de UEFA se relajasen y les han dado un año extra para regularizar esta situación. Eso sí, han tenido que pagar una multa de tres millones de euros. Con esta situación, han sido varios los interesados en hacer una oferta a los propietarios para hacerse con el club. Pero, de momento, el presidente de la entidad, Jacques-Henri Eyraud, lo ha dejado claro: "No estamos en venta".

700 millones de inversión

Mourad Boudjellal, actual propietario del Toulon, equipo de rugby francés, según se informa en el país galo, junto a otros entramados saudís podría ofrecer 700 millones de euros, una oferta superior, por ejemplo, a la que se hizo en la compra del PSG. Mohamed Ayachi Ajroudi sería uno de los que colaborarían en esa compra. Él no habla de millones pero sí de nombres y de que también trabaja con colegas del mismo país que su rival. El primero sería la cara visible, el segundo, el hombre fuerte y el que pondría gran parte del dinero.

Se trata de un ingeniero que ha llevado a cabo muchos proyectos en Oriente Medio y que es muy activo políticamente. Creó un partido, pero se retiró de la carrera electoral en Túnez hace un par de años. También creó una televisión para el país desde Francia que tuvo que cerrar. Sus principales proyectos le han llevado por su país natal, Francia y Arabia Saudí.

Dimitri Payet, durante un partido con el Olympique de Marsella REUTERS

Bajo su nombre aparecen nombres de empresas como SADEG, Aquatraitements Énergies Services, Objectif Relevance, Razin Contracting, SNCFIME, FERRARA Ltd. y SOGETRAM. Pero con la que comenzó su carrera, AMIS, es con la que consiguió hacerse un hueco en Europa y en Oriente Medio. Con ella ha tenido presencia en la construcción de metros en importantes ciudades y, sobre todo, con el sistema 'Portube', que utiliza por ejemplo el Palacio Real de Arabia Saudí.

Ajroudi no quiere que se le ponga la bandera saudí a esta inversión. "El club no tendrá la bandera saudita. No es tan simple, dicen los medios: llegan los saudíes y lucharán contra los cataríes de PSG. En la mesa, los sauditas y los emiratíes no superarán a la mayoría, habrá empresas de toda la cuenca mediterránea sin exclusión", aclaraba en Le Parisien.

Los primeros 'galácticos'

Él mismo también ha querido asociar nombres a su proyecto, una cuestión que siempre supone la aceptación popular. La realidad es que, aunque desde la dirección se diga en todo momento que no está en venta el club, las promesas que hacen, unida a una inyección de dinero para acabar con las deudas, puede ser muy atractiva para los aficionados del único club francés que ha ganado la Champions.

Cristiano Ronaldo y su avión privado

Dentro de los primeros nombres de los que ha hablado para su proyecto está el mismo Cristiano Ronaldo, "todo es posible en la vida". "Me encanta el respeto y la disciplina. Él encarna todo eso. ¿Si yo sueño con traerle al Marsella? Todo es posible en la vida. Él es generoso y lo da todo. Me hace vibrar cuando le veo, sería un sueño pero es tarea de Boudjelal", explicó en otra entrevista en Le Figaro esta misma semana.

El sueño de Zidane

Pero si hay una figura en Marsella es Zinedine Zidane. Es la ciudad en la que nació el astro francés, es el club en el que empezó su leyenda y es el símbolo y el ídolo de todos los que allí viven. Por eso, para cualquier nuevo propietario que quiera hacerse cargo del Marsella, esa promesa es sacar el as de bastos contra todos.

"Veremos lo que pasa en el futuro", declaró Ajroudi cuando le preguntaban por el nombre de Zidane como el gran candidato a coger las riendas del Marsella en algún momento. Aún así, parece que por el momento le daría toda la confianza del mundo a Villas Boas, del que dice que es "muy bueno". Por dinero no será, pero convencer al técnico del Real Madrid no será sencillo. Solo el amor por su ciudad haría posible esa vinculación.