El Juez de Competición de la RFEF ha decidido que no "exista posibilidad de repesca" para el campeón del Grupo IV, el Portugalete, en el caso de que el club vizcaíno no gane la final del 'playoff' frente al Sestao River, aplazada el pasado sábado después de que la pareja de un futbolista del equipo portugalujo diera positivo por coronavirus.
El juez argumenta que el partido, "como muy pronto", se podría celebrar "entre el 6 y el 7 de agosto" ya que el Departamento de Salud del Gobierno Vasco "ha informado que tiene previsto realizar las pruebas de verificación" a los jugadores del Portugalete "a partir del lunes 3 de agosto".
Los primeros test PCR a los que fueron sometidos el domingo en el Hospital de Cruces la plantilla, el cuerpo técnico y ocho directivos de la entidad, fueron todos negativos, a excepción del futbolista cuya pareja dio positivo. El jugador, el único contagiado, se encuentra sin síntomas y aislado desde el pasado sábado.
"Únicamente, en el hipotético caso de que las pruebas arrojaran resultados negativos, se podría celebrar el encuentro suspendido. No obstante, en el mejor de los escenarios, los jugadores conocerían los resultados de las pruebas el día 4 de agosto", señala el Juez.
"El equipo necesitaría un mínimo de entre 2 y 3 días para preparar los entrenamientos en condiciones que le permitan la disputa de un encuentro con las máximas garantías, lo que podría suponer que el partido suspendido, como muy pronto, se pudiera celebrar entre el 6 y el 7 de agosto", añade la resolución.
En base a ello, el Juez de Competición acuerda que serán el Lealtad de Villaviciosa, el Marino, el Linares y el Alcoyano los cuatro equipos que van a disputarse las dos plazas en juego para Segunda B en las eliminatorias de repesca que se van a celebrar el próximo fin de semana, 1 y 2 de agosto.
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