La FIFA ha emitido un comunicado oficial donde defiende la actuación de su presidente, Gianni Infantino, tras la apertura de una investigación por parte de la fiscalía de Suiza. El estamento judicial abrió un proceso penal para conocer el fondo de las reuniones entre el máximo representante del organismo deportivo y el antiguo fiscal Michael Lauber.
Las explicaciones dadas por la FIFA, después de unos días de silencio, han sido extensas para despejar cualquier duda sobre la gestión de Infantino, que llegó al liderazgo de la entidad tras los casos de corrupción que se habían vivido anteriormente en la cúpula de este.
La FIFA recalca que "no existe ninguna prueba concreta" y "en absoluto de ningún tipo de delito penal" en los encuentros que se están investigando. Es más, el organismo defiende que tanto su asesor jurídico principal como el investigador principal de la OAG (Fiscalía General de Suiza) "también se reunieron periódicamente en varias ocasiones".
"Se celebraron reuniones de este tipo por todo el mundo, y derivaron, por ejemplo, en más de 40 condenas en Estados Unidos", defienden. Una colaboración que, por lo que recalcan, ha ayudado a combatir ciertas irregularidades.
Estos polémicos encuentros se produjeron con la intención de "describir los cambios que se habían producido en la FIFA" y para ofrecer la "cooperación de cara a enjuiciar los actos delictivos". Infantino, según la FIFA, fue de "buena fe" y como representante del organismo, pues "forma parte de sus obligaciones fiduciarias" al frente de la FIFA.
Para defenderse, la institución deportiva sostiene que la estrategia en esa época era "restablecer la confianza" en toda la FIFA, muy tocada antes de la llegada de Infantino por el polémico Joseph Blatter. "Gianni Infantino solamente llevaba 24 días como Presidente de la FIFA" y se encontraban "en una situación desastrosa"donde existía "el riesgo de ser declarada como una organización criminal por las autoridades estadounidenses".
El ambiente, que desde la FIFA definen como "tóxico", las reuniones investigadas eran un aspecto más de "los numerosos asuntos apremiantes que tenía que abordar Infantino". En aquella época, sostienen, la fiscalía suiza "estaba llevando a cabo investigaciones sobre más de 20 causas" y la FIFA, que se sentía "parte perjudicada", decidió reunirse con el fiscal federal suizo, Michael Lauber.
Un acto que ven como algo "totalmente lógico" debido a esas numerosas investigaciones abiertas y que no era más que para establecer una colaboración para restituir una imagen de credibilidad en el organismo.
Infantino sigue al frente
Desde la FIFA han dejado claro, y más tras este comunicado, que Gianni Infantino no va a dejar el puesto de máximo representante del estamento. Así lo sostienen en esta defensa pública, donde recalcan que seguirá realizando las tareas que tiene asignadas en su cargo.
"Seguirá ejerciendo plenamente sus funciones en el seno de la FIFA y asumiendo sus responsabilidades", han subrayado de forma textual, "al mismo tiempo, seguirá cooperando con las autoridades de Suiza y de todo el mundo".
Blatter, quien ocupaba el puesto anteriormente, no ha tardado en reaccionar a la noticia saliendo a criticar a Infantino. "Para mí, la situación está clara", aseguró en una carta enviada a Reuters donde pedía que "el comité de ética de la FIFA tiene que abrir un caso contra el señor Infantino y suspenderle".
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