El PSG remontó en los últimos minutos de partido. La entrada de Mbappé cambió por completo la imagen del cuadro galo y evitó el desastre. La Atalanta, noqueada tras rozar las semifinales de Champions League, no pudo reaccionar ni al 1-1. Los de Tuchel esperan rival [Narración y estadísticas: Atalanta 1-2 PSG].

En el día de su 50 cumpleaños, el PSG estuvo contra las cuerdas en el estadio Da Luz. A los problemas en ataque, donde solo destacaban Neymar y Mbappé, se sumó la lesión de Keylor, que se retiró por problemas musculares.

Neymar fue efectivamente la luz de un PSG por lo demás poco brillante, en el que faltó la fantasía en el centro del campo de Verratti. Pese al marcaje duro de Mattia Caldara, colocado por el Atalanta pegado al número 10 parisino, Neymar creó todos los peligros de su equipo. Perdonó en el minuto 3 un cómodo mano a mano con el meta Marco Sportiello y ese gravísimo fallo inicial salvó a un Atalanta que tomó coraje.

Iluminados por el Papu Gómez, los italianos golpearon primero. Tras tres grandes paradas de Keylor Navas en el primer cuarto de hora, en acciones generadas por centros del Papu, el empuje del Atalanta tuvo premio con Pasalic, ex del Elche, que superó al guardameta tico con un zurdazo curvado que subió el 1-0 al luminoso de La Luz.

Con un Mbappé que seguía el encuentro preocupado desde el banquillo, Neymar lideró la reacción del PSG. Regaló detalles de clase y rozó la igualada apenas un minuto después de la ventaja del Atalanta con un espectacular caño a Pasalic y disparo cruzado desde los 20 metros que rozó el poste. Pero también perdonó otra gran ocasión tras un fallo defensivo de Hateboer y dio señales de frustración por la agresiva presión de un Atalanta que cruzó el ecuador del encuentro con una trascendental ventaja.

Aumentaba la frustración en el PSG y Tuchel, para romper con la monotonía del juego de su equipo, dio paso a Mbappé y a continuación también a la calidad del argentino Leandro Paredes y al alemán Julian Draxler en el intento de agregar técnica a su equipo, al tiempo que Keylor empezaba a notar unas molestias físicas que le obligaron a dejar el campo en el 79' por el español Sergio Rico.

Neymar, en el suelo tras una pugna con los jugadores de la Atalanta EFE

De la desesperación a la euforia

La inyección de técnica dio más chispa al PSG, ante un Atalanta que aguantaba, pero que sufría cada vez más crear peligros. En el equipo de Bérgamo se retiró el argentino Alejandro Gómez, tocado, y saltó al campo el colombiano Luis Muriel, pero era el cuadro francés el dueño absoluto del balón

Apretaba el cuadro parisino, pero ni Mbappé ni Neymar conseguían romper el muro defensivo de la zaga italiana, que llegó al minuto 89 saboreando prolongar su sueño europeo. Era necesario un milagro para cambiar la historia del partido. Y el milagro se produjo de la mano de dos de los jugadores menos esperados en fase ofensiva.

En el 90, Neymar controló un balón en el área y su débil disparo de pierna zurda fue rematado por Marquinhos. Fue el 1-1 que devolvió oxígeno al PSG y que derrumbó las certezas de un Atalanta ya falto de fuerzas. Y en el 93, otro centro raso de Neymar fue rematado por Choupo Moting, posiblemente el delantero menos esperado este miércoles, para certificar el pase a semifinales del conjunto parisino.

Atalanta 1-2 PSG

Atalanta: Sportiello; Toloi, Caldara, Djimsiti (Palomino, 60'); Hateboer, De Roon, Freuler, Gosens (Castagne, 82'); Pasalic (Muriel, 70'), Gómez (Malinovskyi, 59') y Duván Zapata (Da Riva, 82').

PSG: Keylor Navas (Sergio Rico, 79'); Kehrer, Thiago Silva, Kimpembe, Bernat; Marquinhos, Herrera (Draxler, 72'), Gueye; Sarabia (Mbappé, 60'), Neymar y Icardi (Choupo Moting, 80').

Goles: 1-0, 27' Pasalic; 1-1, 90' Marquinhos, 1-2, 93' Choupo Moting.

Árbitro: Anthony Taylor (Federación inglesa). Mostró cartulina amarilla a Djimsiti (36'), Freuler (45'), De Roon (50'), Duván (53'), Toloi (67') y a Palomino (85') de la Atalanta, y a Bernat (54'), Herrera (57') y Paredes (75'), del PSG.

Incidencias: Partido de los cuartos de final de la Champions League disputado en el estadio Da Luz de Lisboa a puerta cerrada.