Quique Setién se jugaba su futuro en Lisboa. La Champions iba a servir para reforzar su proyecto en el Barcelona o, por el contrario, para poner punto y final a su corta etapa en el club catalán. Y el fútbol habló con claridad: goleada del Bayern por 2-8 y eliminación en los cuartos de final de la competición europea.
El técnico blaugrana, una vez más, acabó señalado y como uno de los responsables de la mala imagen dada por la entidad culé. Sin embargo, todas las miradas cambiaron de protagonista gracias a las palabras de Gerard Piqué. El central, que salió a hablar antes que su entrenador, puso en el punto de mira a la directiva del club con Bartomeu a la cabeza.
Unas declaraciones con las que el zaguero restó algo de responsabilidad a Setién y que dieron oxígeno al entrenador. Minutos después, el técnico tuvo que enfrentarse a su primera valoración de la eliminación y aprovechó para respaldar las palabras de Piqué.
En primer lugar, Setién definió la derrota como "tremendamente dolorosa", aunque con "demasiados goles" para lo que debía haber sido. "Muchos de ellos los han merecido", espetó, pero recalcando que habían encajado más tantos de la cuenta. Según el entrenador, el Barcelona se vio "desbordado en muchas ocasiones" y el Bayern lo aprovechó con "mucha efectividad".
"Empezamos bien, bastante bien, pero el Bayern en muchas facetas nos ha superado", explicó Quique Setién en lo que respecta a lo sucedido en el campo. Una vez analizado el terreno meramente táctico, el entrenador respondió a las dudas sobre su futuro y a las críticas que podían venirle en las próximas horas.
El futuro de Setién
Setién, que comenzó avisando de que no iba a "entrar en eso", respaldó las palabras de Piqué porque "algo tendrá de cierto" si lo dice un jugador con tantos años en el club. "Yo llevo seis u ocho meses aquí", justificaba.
"Hay una frustración enorme y solamente queda sacar conclusiones y tomar decisiones que haya que tomar pensando en el futuro". "El Barcelona es un club tan grande que esto le hace mucho daño. Algo seguramente habrá que cambiar", afirmó.
En lo que respecta a su continuidad, que lleva en duda durante semanas, la dejó en el aire: "Ahora todo es muy cercano como para pensar si voy a continuar o no. La realidad es que no depende de mí y hay que tener una reflexión como corresponde, teniendo en cuenta la situación e importancia que supone para muchas cosas para el Barcelona esta derrota tan humillante y dolorosa".
Ya en rueda de prensa, pidió analizar lo sucedido desde "una perspectiva más amplia", aunque reconociendo que la "credibilidad" de un entrenador "disminuye" tras un encuentro como el disputado.
Minutos más tarde, el presidente del Barcelona, Bartomeu, no cerró filas en torno al técnico. Evitó mojarse sobre su continuidad y destacó que, ya desde antes de Champions, habían tomado determinadas decisiones que se harán públicas en los próximos días. Unas palabras que dejan en la cuerda floja al entrenador blaugrana y que, además, concuerdan con sus propias declaraciones.
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