Las organizaciones y las ligas están expectantes ante un panorama que solo parece hacer que empeorar por culpa de la pandemia del coronavirus. Con algunas competiciones en Europa ya en marcha como la liga belga y la holandesa, con la Champions League y la Europa League teniendo un final más o menos digno en Lisboa y otros deportes como el ciclismo o el golf también están volviendo a la normalidad y afrontan sus grandes citas en breve tras muchas pruebas realizadas. Eso sí, la presencia de público siempre limitada.
Sobre esta cuestión, ni LaLiga, ni la Federación, ni el CSD se plantean absolutamente nada por el momento. Mientras existen borradores con el protocolo para el regreso de los aficionados a las gradas desde prácticamente que regreso la temporada paralizada por la Covid-19. La situación de los rebrotes en España no invita a que ese regreso se produzca desde la primera jornada de Primera y Segunda División.
Cancelaciones de maratones y de torneos de tenis se contradice con la asistencia de un número limitado de espectadores a los espectáculos de ocio como algunos conciertos, cines y teatros. Siguen preocupando las masificaciones que se podrían originar en las entradas y salidas a los recintos y los clubes están contando con que, como mínimo, perderán el 50 por ciento de lo que habitualmente recaudan por abonos y entradas para sus previsiones económicas de la próxima temporada.
La situación en España es diferente a estos eventos en otros países que sí están dando ya el paso. Si en un principio se pensaba en septiembre como una fecha para el regreso del público, los rebrotes y los casos positivos en los equipos han invitado a las autoridades a no pensar demasiado aún en levantar la barrera que impide a los aficionados presenciar los partidos en vivo. Se sigue trabajando en ese plan del que ya hay borradores, pero nadie se atreve a dar una fecha. Menos aún después de lo sucedido con el Deportivo - Fuenlabrada y las responsabilidades que trae consigo ser responsable de un rebrote.
Fútbol con público
En el caso de las dos ligas citadas de fútbol en Centroeuropa, ninguna está viendo a aficionados en las gradas. Eso sí, la holandesa volverá a incorporar a menos de un tercio del aforo desde el mes de septiembre. Lo pintoresco es que se prohibirá animar durante los encuentros. Mark Rutte, primer ministro de los Países Bajos, justificó esta decisión con que "si la gente canta y grita, la posibilidad de contagiarse es muy alta".
Por el momento, en Bélgica no han puesto fecha para ese regreso de los aficionados aunque estas dos competiciones siempre han ido muy de la mano. La cuestión implica tener el apoyo del Gobierno y en el país flamenco lo último que se ha hecho es endurecer las medidas prohibiendo incluso las reuniones de un número limitado de personas.
Francia, pionera
Francia fue el primer país en dar el paso y ya se han visto partidos amistosos con público en las gradas, además de las dos finales de Copa. Sigue rigiendo la misma directriz de un aforo máximo de 5.000 personas hasta finales de agosto. En función de la situación sanitaria se puede aumentar o reducir, pero el país parece que permitirá mantener esta fuente de ingresos que es el hecho de que haya aficionados en las gradas para los clubes.
De hecho, se ha autorizado a los prefectos, las delegaciones de Gobierno francesas, de forma excepcional a derogar la directriz que restringe el aforo para aumentarlo. Eso sí, todo será bajo la responsabilidad del organizador y "con las mismas medidas y disposiciones sanitarias". Los espectadores tendrán que estar sentados, llevar mascarilla y habrá que dejar un asiento de distancia entre los grupos que hayan reservado juntos, que serán como máximo de diez personas.
El próximo viernes 21 de agosto se dará el pistoletazo inicial a esta nueva temporada con la peculiaridad de que ni PSG ni Olympique de Lyon jugarán la primera jornada, ya que ambos están en Lisboa luchando por el título de la Champions League. Sobre todo fue sorprendente en el caso de los segundos, después de eliminar al Manchester City dando la campanada ante uno de los favoritos.
Alemania se lo estaban pensando, pero esta semana se dio portazo a la posibilidad de ver público en el comienzo de la 2020/2021. Su liga comienza el 18 de septiembre, como en España, pero, por lo menos hasta octubre, no tendrán aficionados en las gradas. El ministerio de salud germano ha prolongado la prohibición hasta ese mes, por lo que siguen los mismos pasos que nuestro país, aunque son más optimistas con un posible regreso antes de 2021.
Otros deportes dan el paso
Italia dio esta semana la sorpresa al permitir que haya 10.000 aficionados cada día en Misano para el Gran Premio de MotoGP. Será una prueba de fuego para dar el siguiente paso que sería abrir los estadios de fútbol con un aforo limitado. Lo último que se sabe sobre esta cuestión es que siguen planteándoselo en septiembre, cuando comience la Serie A. Si todo va bien en el motociclismo, seguramente se de el paso.
Lo mismo sucede en el Reino Unido. Si hace unas semanas impedían el aforo en los campeonatos de snooker, este jueves se decidió que desde el sábado se volverán a abrir como prueba de cara a que en el mes de octubre el fútbol también pueda recibir gente en los estadios. Eso sí, esto se ha complicado después de que esta semana se haya conocido que las ATP Finals se jugarán en Londres en noviembre, pero sin gente en la grada.
Unas pruebas que dan el resultado en 90 minutos fueron la última noticia positiva para permitir un aforo limitado con los aficionados presentándose con dos horas de antelación a los recintos para someterse al test. Eso sí, los resultados económicos que se han conocido también esta semana están propiciando una desescalada más rápida de las medidas restrictivas en el país. El fútbol se podría ver beneficiado por esta cuestión.
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