Diez años después de ganar en Madrid la tercera Champions League de su historia, el Inter de Milán volverá a jugar una gran final europea. En Colonia y contra el Sevilla, Lautaro Martínez y compañía quieren devolver a la escuadra neroazzurra a lo más alto. Y allí para celebrarlo -en caso de victoria interista- estará Steven Zhang, un joven empresario chino que desde 2018 es presidente del Inter. Y lo de joven no es figurado.
Con solo 28 años, Zhang quiere ver este viernes a su Inter ganar la Europa League. Presidente a todos los efectos desde sus 26, momento en el que fue nombrado en su actual cargo por la junta, en tiempo récord ha visto al equipo volver a codearse con los mejores. Un Inter que estaba casi en ruinas y que en 2018 y 2019 quedó a 24 y 21 puntos del campeón de la Serie A, la Juventus. En 2020 la diferencia se ha reducido a solo un punto y el equipo se ha colado en una final europea.
Sonríe Steven Zhang (cuyo nombre real es Zhang Kangyang) y lo hace su padre, Zhang Jindong, uno de los empresarios más ricos de China y dueño del Grupo Suning, compañía de artículos electrónicos que adquirió en 2016 la mayoría de las acciones del Inter. En 2018 'colocó' a su hijo al frente del Inter y los resultados, por ahora, son como mínimo positivos.
Steven nació en 1991 en China. Se graduó en la Universidad de Pensilvania en Economía y trabajó como analista en la multinacional financiera estadounidense Morgan Stanley. Después entró en la empresa de su padre y en 2018 recibió la oportunidad de su vida sin haber llegado siquiera a los 30. Es el presidente más joven de los clubes top de Europa, pero la edad no ha sido impedimento para reconducir el rumbo del Inter.
Los buenos resultados, a la espera de lo que ocurra en Colonia, no se basan solo en lo deportivo -donde es Antonio Conte quien tiene gran parte del mérito-. En su primer año como presidente, Zhang saldó algunas de las deudas que tenía el club y cerró las cuentas con unas ganancias de 417 millones de euros. Esos beneficios permitieron que desde el pasado verano hayan aterrizado en Milán futbolistas como Romelu Lukaku, Diego Godín, Christian Eriksen, Alexis Sánchez o Ashley Young. Sin olvidarse de Achraf Hakimi, fichado ya para la próxima temporada.
Conte, 23 años mayor que su presidente
La relación de Zhang y Conte, quien saca 23 años a su presidente, ha tenido idas y venidas. En la presentación del técnico italiano el pasado verano le daba la bienvenida a "uno de los mejores entrenadores que existe" con una premisa clara: "Hacer de este club nuevamente uno de los mejores del mundo".
Pero a lo largo de la temporada lo normal ha sido que Zhang se mantuviera al margen, instalado en China, cosa que no gusta a Conte. Hace unas semanas el italiano explotaba por las críticas gratuitas que habían recibido tanto él como sus jugadores. Señalando al presidente, explicaba que no le gustan "los que se suben al carro" cuando las cosas vienen bien dadas y lamentaba haber perdido la "poca protección por parte del club" que ya tenía antes. Un curioso tirón de orejas de Conte a Zhang que tuvo efecto.
Sin corbata y a pie de campo, Zhang celebraba el pasado lunes con un selfie que su Inter estaba en la final de la Europa League. El presidente chino del club neroazzurro ha querido acompañar al equipo en la fase final de la temporada para ganarse a Conte, con quien se sentará gane o no la Europa League para firmar la paz. Con 28 años hay cosas que todavía se le escapan de las manos y que el carácter de Conte detectan rápido.
Zhang y Conte forman una pareja curiosa. El primero ha permitido al segundo conformar un equipo a su gusto -equipo en el que hasta 13 jugadores son mayores que su presidente- y este ha sido el que le ha llevado hasta la segunda plaza de la Serie A y la final de la Europa League. Si saben entenderse, los siguientes objetivos están claros: realizar un buen papel en la Champions League y ganar el campeonato de liga italiano, monopolizado en los últimos nueve años por la Juventus.
Messi, un sueño de 260 millones
Aunque en la cabeza de Steven Zhang y su padre hay marcado otro sueño. Bien por los negocios o lo deportivo (o seguramente por el conjunto de los dos), al grupo chino que posee el Inter se le ha metido en la cabeza fichar a toda costa a Leo Messi. El dinero no es problema para una empresa que obtuvo unos beneficios de 1.690 millones de dólares en 2019 hasta septiembre, en su división principal, y que estaría dispuesto a invertir hasta 260 'kilos' para ver al astro argentino de neroazzurro.
No hay imposibles para la familia Zhang y su Inter que puede colocar en sus vitrinas el primer gran trofeo con la firma de los chinos. A la espera de alzar el título o no y de lo que ocurra con el futuro de Conte y Messi, el Inter sigue creciendo con la modernización de su sede deportiva y la construcción de un nuevo estadio. El Inter vuelve a ser grande y lo hace con un presidente de solo 28 años. Cosas del fútbol moderno.
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