El fútbol no profesional sigue en vilo. La Real Federación Española de Fútbol acordó elaborar un Plan Transversal tras una reunión que se preveía histórica junto a las territoriales. Sin embargo, no supuso nada nuevo. Ni protocolo ni fechas mientras los clubes llevan meses sin generar ingresos.
La principal petición que se hizo desde el fútbol modesto, extendido al fútbol sala y al resto de competiciones del balón dependientes de la RFEF, era que no se retrasara el inicio de la competición. Ni a enero ni a noviembre. Comenzar cuanto antes, como el propio organismo liderado por Luis Rubiales asumió en su comunicado posterior a la reunión.
Sin embargo, entre clubes y jugadores de Segunda B, Tercera, las dos primeras del fútbol femenino y las mismas del fútbol sala, siguen sin conocer cuándo comenzarán las competiciones y la forma en la que lo harán. Una incertidumbre que no se ha resuelto lo más mínimo y que está lastrando la economía de todos los que viven del fútbol conocido como "no profesional".
Desde la AFE, principal sindicato de jugadores y jugadoras de fútbol, ya han cifrado en cerca de 6.000 puestos de trabajo los que se están viendo afectados en las competiciones mencionadas antes. De forma directa, la Segunda B tiene cerca de 2.300 afectados, a los que se suman otros 3.000 en Tercera, 400 de la primera división femenina y las mismas en la segunda división. Todo un desastre que, además, se extiende a las economías de los clubes a la espera de que CSD y RFEF decidan un protocolo común y unas fechas.
La incógnita de los futbolistas
La petición que ha hecho la AFE es clara. En primer lugar, se debe considerar ya como "profesional" a estas competiciones, eliminando el término de "competiciones profesionalizadas" que al fin y al cabo devalúa y resta derechos a todos los que trabajan en estas ligas. Aquí se genera trabajo y hay familias que dependen de ello. En resumen, un empleo como otro cualquiera pero sin los salarios de La Liga. No son ligas de barrio, como bien reclaman.
"Contratos laborales que reconozcan realmente su dedicación al fútbol", llegaron a pedir desde AFE a la Real Federación. "No se pueden permitir el lujo de estar varios meses sin jugar porque muchas familias dependen de los ingresos que perciben a través del fútbol. Sus contratos deben ser respetados en todo momento, sea cual sea la decisión que se adopte", explicaron.
Además, el sindicato con David Aganzo al frente, requiere un protocolo laboral y sanitario que elimine todas las dudas que están surgiendo y que dejan en el limbo a todos los futbolistas que dependen de sus carreras deportivas. La posibilidad de un "cierre patronal" hace temblar todas estas economías. Y más teniendo en cuenta que no se realizaría por decisión de los clubes, sino de la organizadora que es la RFEF.
Por ello, hay clubes que ya han movido ficha buscando su propia salvación. La medida adoptada por algunas de las entidades del fútbol no profesional es la de incluir en los contratos de sus futbolistas fechas indeterminadas para evitar pagar meses innecesarios, como ya les está sucediendo a varios. Estos contratos, con incertidumbre jurídica, no señalan fechas de duración: el contrato entra en vigor cuando empiece la competición y expira cuando termine la competición. Un varapalo para cualquier trabajador que busca organizar su propia economía familiar.
Otro de los frentes abiertos es qué sucederá cuando ya haya echado a rodar el balón. Si bien se sabe cómo hay que llegar a las instalaciones, ¿qué ocurrirá dentro de los pabellones? Es otra de las dudas que quieren resolver los jugadores. Qué ocurrirá con sus puestos de trabajo si se para la competición, si se sigue alargando su regreso o si sucede algo en pleno campeonato. Un tema que apenas se está afrontando debido al protagonismo absorbido por el protocolo contra la Covid-19.
AFE, que ya pidió una reunión con la RFEF específica para tratar estos asuntos, reclama también la labor del CSD para buscar una solución consensuada. Saben que si no hay unión, habrá alguna parte que no salga beneficiada de todo esto. Y, para buscar mayor respaldo, se reunirán con varios partidos políticos para trabajar en la vuelta segura al fútbol no profesional.
Clubes sin ingresos y con gastos
El miedo en los clubes es notable. Así se lo han trasladado a EL ESPAÑOL varias fuentes. La incertidumbre con el calendario, sumado a una temporada que para los que han jugado playoff ha sido más larga de lo habitual. Todo sin aficionados y sin apenas ingresos. Y con un calendario sin definir en pleno mes de agosto y cuando en unas semanas tenían que haber iniciado las ligas.
Hay entidades que calculan en 15 equipos los que pueden tener impagos en las próximas semanas. Otros incluso hablan de entidades que desaparezcan antes de que empiece la liga y, entre los más optimistas, está la idea de que a mitad de temporada puedan tener que decir adiós, generando otro conflicto deportivo en la respectiva liga.
Ya no se habla del simple hecho de realizar la temporada, sino que una pretemporada, en caso de que se permita desde las autoridades competentes, no sale nada rentable a ningún club. Otro de estos equipos, en conversación con EL ESPAÑOL, llegó en cifrar en 9.000 euros el precio de jugar nueve partidos de preparación. Un plan habitual entre los equipos de Segunda B y Tercera pero que, en plena pandemia de la Covid-19, multiplica su precio.
Por ello, hay una disparidad de movimientos. Algunos clubes han comenzado sus pretemporadas sin saber qué pasará, otros mantienen esos contratos con fechas ambiguas para evitar una catástrofe económica y, otros, volvieron y suspendieron por la falta de claridad del CSD y RFEF, que tienen la última palabra.
El fútbol sala como ejemplo
Los clubes de fútbol sala ya han venido expresando su preocupación por la situación. Ta y como ha podido saber EL ESPAÑOL, hay entidades que no sabían ni si iban a poder inscribirse y comenzar la competición hasta que no conocieran el protocolo. La razón es muy simple: este podría implicar un desembolso económico imposible de asumir para ellos.
Y más teniendo en cuenta que, en aquellos casos en los que se corra la suerte de poder contar con público, será con un aforo reducido que no inflará las arcas de cada entidad. El panorama es catastrófico, pues hay equipos que están pagando salario a sus jugadores, pero que a última hora han sabido que no podrán jugar amistosos o que comenzarán más tarde sus ligas. Incluso hay entrenamientos suspendidos en territorios como Andalucía a la espera de un protocolo oficial.
Recientemente, una de estas entidades ha desvelado lo que muchas otras viven. En la televisión pública gallega, el director deportivo de O Parrulo Ferrol, Iván López, expresaba a la perfección la complicada situación que se está teniendo que afrontar en los despachos.
"Llevamos tres semanas entrenando, vamos a cumplir el primer mes, los jugadores tienen que cobrar y nosotros no generamos ingresos". Una frase que lo resume todo y que es extensible al resto de categorías que, en el tramo final de agosto, desconocen cuándo y cómo tendrán que iniciar sus competiciones.
[Más información: AFE no se rinde ante un cierre patronal con 6.000 trabajadores en 2ªB, 3ª y fútbol femenino]